A menos de un mes de las elecciones, programadas para el domingo 16 de noviembre, muchos votantes aún desconocen cómo se asignarán los escaños del Congreso Nacional.
En ese contexto, uno de los aspectos más decisivos, y a la vez más complejos, del proceso es el sistema D’Hondt, el método que determina quiénes ocuparán los cargos de senadores y diputados.
El sistema D’Hondt reemplazó al antiguo modelo binominal, con el objetivo de reflejar de forma más justa la voluntad ciudadana. Incorporado en Chile en 2015, este mecanismo busca que los votos se traduzcan en una representación proporcional, fortaleciendo la pluralidad política en el Parlamento.
Cabe precisar que, se trata de un método ampliamente utilizado a nivel mundial en los sistemas electorales proporcionales, desde España hasta Países Bajos.
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ESCAÑOS DEL CONGRESO
El principio central del sistema D’Hondt es que los cargos se reparten según la cantidad de votos obtenidos por cada lista, y no solo por los candidatos individuales. Es decir, lo que prima es el voto total de la lista, y los escaños se distribuyen de manera proporcional a ese resultado.
Para comprenderlo mejor, imaginemos un distrito donde se eligen tres representantes y compiten tres listas:
A: 100 votos
B: 60 votos
C: 40 votos
Cada lista divide sus votos sucesivamente por el número de cargos disponibles (en este caso, tres). Así, los resultados quedan de la siguiente forma:
A: 100, 50, 33
B: 60, 30, 20
C: 40, 20, 13
De acuerdo con este cálculo, los tres números más altos corresponden a dos de la Lista A (100 y 50) y uno de la Lista B (60). Por tanto, la Lista A obtiene dos escaños y la Lista B uno.
RESULTADOS DE LA LISTA
Los escaños se asignan a los candidatos con mayor votación dentro de las listas vencedoras. Si existen pactos electorales, se repite el mismo cálculo internamente, como si se tratara de una «elección dentro del pacto», para definir cuántos cupos corresponden a cada partido integrante.
En el caso de partidos que compiten en solitario o de candidaturas independientes, el cálculo se realiza del mismo modo, considerando a cada uno como una lista propia.
El método D’Hondt se diseñó para favorecer la proporcionalidad y evitar que minorías amplias queden fuera del Congreso, garantizando que la representación final sea más equilibrada. Sin embargo, también implica que el voto a la lista es tan importante como el voto al candidato, ya que ambos influyen directamente en la conformación del Parlamento.