Política

Fiscalía indaga influencia en votación que salvó a juez Ulloa

Cristian Navarro H.

Periodista

AC Ulloa
Juez Antonio Ulloa.
El antecedente surge desde la investigación contra la exministra Ángela Vivanco, donde se intervinieron las comunicaciones de un “blanco de interés”

Una interceptación telefónica abrió una nueva arista en el caso que ya remecía al Poder Judicial. Esta vez, no se trata solo de vínculos entre jueces y el abogado Luis Hermosilla, sino de algo más profundo: la posibilidad de que existiera gestión interna y presiones para alterar una votación de la Corte Suprema, en la fallida remoción del ministro Antonio Ulloa.

El antecedente surge desde la investigación contra la exministra Ángela Vivanco, donde se intervinieron las comunicaciones de un “blanco de interés” por presunto lavado de activos y cohecho. En una de esas llamadas —cuya transcripción llegó en un informe reservado a la Fiscalía Regional de Valparaíso— se habla explícitamente de gestiones orientadas a asegurar votos en favor de Ulloa.

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El punto crítico es que dicha conversación ocurrió en los días previos a la votación del 30 de septiembre, sesión en la que la Suprema decidió mantener a Ulloa en el cargo pese a sus vínculos con Hermosilla.

EL VOTO QUE CAMBIÓ TODO

Según la investigación, en la llamada se mencionaba al ministro Arturo Prado. Él primero respaldó abrir el cuaderno de remoción, pero en la votación decisiva se inclinó por dejarlo en el cargo. Ese giro permitió que Ulloa se quedara en la Corte de Apelaciones.  No fue solo un cambio de voto. Fue un cambio de rumbo.

UNA NUEVA GRIETA EN EL PODER JUDICIAL

La existencia de una interceptación que alude a gestiones para influir en magistrados tensiona al máximo a la institución:

  • Instala la pregunta sobre si hubo lobby interno para proteger a un juez.
  • Pone en entredicho la autonomía de la votación más delicada que ha enfrentado la Suprema en años.

 

Para la Fiscalía de Valparaíso, el objetivo ahora es determinar si esas conversaciones constituyen un delito o si revelan una práctica normalizada de influencia y acuerdos informales dentro del tribunal más alto del país.

La Corte Suprema rechazó remover a Ulloa.  Hoy, lo que está en juego es algo mayor: la credibilidad del sistema judicial.

 

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