El diputado Roberto Arroyo, del Partido Social Cristiano, lideró una ofensiva para impugnar la reciente reforma previsional ante el Tribunal Constitucional (TC).
Sin embargo, su intento fracasó al no conseguir las 38 firmas de los parlamentarios que votaron en contra del proyecto en la Cámara de Diputados.
El plazo para presentar el requerimiento venció la noche del lunes, tras cinco días corridos desde la aprobación de la ley en el Congreso.
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Durante ese tiempo, Arroyo buscó adhesiones para respaldar su ofensiva, incluso con una fuerte campaña en redes sociales, pero quedó a solo tres firmas de alcanzar el mínimo necesario.
El legislador opositor cuestionó el momento en que se tramitó la reforma, sugiriendo que fue aprobado estratégicamente antes del receso legislativo.
«El tramitar esta ley a última hora y ad portas de que salieran todos de vacaciones podría pensar que se actuó no de buena fe”, declaró.
Ante este escenario, Arroyo ahora solo podrá presentar un “téngase presente” ante el TC, un documento sin peso jurídico que el tribunal no está obligado a considerar.
RESPUESTA DEL TC
Dado el amplio respaldo que tuvo la reforma previsional en el Congreso, el TC aplicaría el criterio de “deferencia con el legislador”, lo que implica que solo revisaría normas con rango constitucional sin hacer un análisis exhaustivo de la ley en su conjunto.
Este caso recuerda lo ocurrido con la ley antiterrorista en diciembre pasado, cuando diputados del PC y el Frente Amplio intentaron recurrir al TC para impugnar artículos sobre el uso de dispositivos electrónicos de rastreo. Al igual que Arroyo, no reunieron las firmas necesarias y la ley se promulgó sin cambios.
Con este revés, la reforma previsional sigue su curso sin obstáculos en el Tribunal Constitucional, consolidando una de las principales iniciativas del gobierno en materia de seguridad social.