Si bien su nombre ha sido mencionado en más de una ocasión ligado al caso de la trama bielorrusa, la Fiscalía aún no ha encontrado antecedentes para formularle cargos al exdiputado Gabriel Silber.
Es socio del estudio donde trabajan Mario Vargas y Eduardo Lagos, los abogados imputados por los presuntos delitos de cohecho, soborno y lavado de activos y que actualmente cumplen prisión preventiva, junto con Gonzalo Migueles, pareja de la destituida ministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco.
El exparlamentario también tiene calidad de imputado en la causa, por lo que activó su defensa y, a través de su abogada Susana Borzutzky, coordinó su declaración voluntaria ante los persecutores.
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Esta ocurrió el miércoles 19 de noviembre en Puerto Montt y duró alrededor de nueve horas.
De acuerdo con La Tercera, ante el fiscal Marco Muñoz el exdiputado entregó detalles de la relación de Eduardo Lagos con el ministro de la Corte Suprema Diego Simpertigue. Este último ha sido cuestionado en los últimos días tras revelarse que tras un fallo favorable – en el cual el participó- para la empresa chileno bielorrusa Belaz Movitec (CBM) -que estaba representada por el abogado-, ambos y sus señoras se fueron de viaje por Europa.
Hoy el magistrado está sumariado en la Corte Suprema y al borde de enfrentar una acusación constitucional.
Silber habría revelado ahora que Lagos y Simpertigue tuvieron un tour anterior por Italia y varios puertos del Mediterráneo, donde también estuvo presente Mario Vargas.
Ellos mismos se lo habrían comentado.
También expuso que supo que Lagos le prestó, por más de un año y medio, un departamento que tenía en El Golf al hijastro del magistrado.
TRABAJO, NO AMISTAD
Según la declaración de Silber, él llegó a trabajar a la oficina de abogados por invitación del también exdiputado Aldo Cornejo. Que no mantenía vínculo de amistad ni con Vargas ni con Lagos. Que solo ubicaba a Migueles porque visitaba ocasionalmente las oficinas de sus socios y que nunca vio a la exministra Vivanco en esas dependencias.
Afirmó que en agosto pasado zanjó su salida y cedió la totalidad de sus derechos sociales en la sociedad a Eduardo Lagos.
Aseguró también que nunca realizó gestiones para que se acelerara la vista de los recursos de CBM y que tampoco ofreció beneficios económicos a ningún integrante del Poder Judicial.
