La política, así como la vida, tiene unos giros y transformaciones que jamás imaginamos.
El caso de los Gobernadores Regionales, elegidos por primera vez en Chile hace cuatro años, marcó un hito histórico; por fin quienes somos de regiones elegíamos a nuestra autoridad regional.
Sin pasar por la decisión en La Moneda. Luego de una terna donde cada parlamentario en procesión hacia la capital, peleaba por instalar a su «partner», «delfín», compañero, correligionario o camarada. Ahora no; todos los habitantes elegían a su Gobernador.
Ese avance, aunque tibio desde el punto de vista de una verdadera descentralización, ya era algo importante. Sobre todo para ciudades como Concepción, Talca o Valdivia que siendo relevantes han sido avasalladas por la capital del «reino»: Santiago.
Digamos las cosas como son; simbólicamente se avanzaba una enormidad. Sin embargo, como un castillo de naipes; todo se derrumbó. El impacto del «Caso Convenios» y otros colocaron en absoluto entre dicho esta histórica conquista.
El patetismo es total; dos Gobernadores Regionales no se atrevieron a ir a la re elección (Biobío y Araucanía) y sólo se reeligieron cinco. La farra histórica fue de una irresponsabilidad impresionante.
Hoy en el diario El Sur de Concepción el gobernador Díaz Worner señala sin desparpajo; «no me he enriquecido en este cargo ni autoricé la ejecución de alguna conducta ilícita». Impresionante; su ex administrador y el encargado de Finanzas siguen ambos en un largo arresto domiciliario total y su ex jefe de Gabinete se fue al norte de Chile a buscar trabajo.
La entrevista a Díaz Worner en ninguna parte da señales de alguna autocrítica, de algún asomo de arrepentimiento en algunas cosas muy equivocadas. Así no más; como si aquí nada hubiera pasado.
El caso Camila Polizzi hasta resulta menor frente a la arista Bonhomía, el caso Vida Sana, o el bizarro caso Fundación Leitat y su proyecto de Centro Espacial (algo así como la NASA) en la región del Biobío, entre varios otros.
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Frente a este impactante derroche de millones, los habitantes del Biobío siguen a la espera de la ruta alternativa a la ultra congestionada Ruta 160. O a la espera de mejores establecimientos educacionales o de buenos centros de salud pública.
En La Araucanía, la arista Manicure tiene a una ex funcionaria prófuga de la justicia y a un diputado próximo a recibir condena, por mencionar solo un caso.
Sin embargo, el chileno es noble y generoso. Les dio otra oportunidad a nuevos actores políticos (Gobernadores en la especie). A la espera que AHORA SI QUE SÍ se hagan las cosas bien.
La misma generosidad que tuvieron los ex presidentes de regiones cuando se fundó nuestra República y después de la guerra civil de 1851 se impuso el modelo centralista que tenemos hasta hoy.
Las regiones sin duda merecen más. Aportan una enormidad cada día al desarrollo de Chile y poseen un patrimonio material e inmaterial que es la esencia de nuestras riquezas como país.