A pesar de las crecientes evidencias que vinculan al régimen de Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello con el asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda, el gobierno del Presidente Gabriel Boric ratificó su decisión de mantener relaciones diplomáticas con Venezuela.
Fue la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien defendió esta postura durante la inauguración de una subcomisaría en Malloco.
“El día que uno corta relaciones, al día siguiente no avanza más la justicia, no se facilitan las investigaciones, ni se mejora la condición de los migrantes chilenos allá o de los venezolanos acá”, explicó.
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Tohá argumentó que mantener relaciones no implica complacencia, sino la posibilidad de actuar con firmeza en organismos internacionales y exigir justicia al Estado venezolano.
Comparó la situación con casos de víctimas chilenas de crímenes fuera del país durante dictaduras, afirmando que la diplomacia fue clave para investigar esos delitos.
Las declaraciones de Tohá surgen tras la confirmación del fiscal nacional, Ángel Valencia, sobre el testimonio de un testigo que señala a Diosdado Cabello como responsable de encargar el crimen a una célula del Tren de Aragua.
El gobierno insiste en que esta postura tras el caso Ojeda permite un enfoque más efectivo para garantizar la justicia y proteger a las comunidades migrantes, reiterando su compromiso con los valores democráticos y el respeto a la ley.
