Política

Industria del hidrógeno verde exige certeza jurídica a Kast

Mario López M. Periodista

Hidrógeno verde
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El sector del hidrógeno verde observa con preocupación cómo un proyecto sujeto al SEIA se transforma en arma electoral. Es claro el riesgo: que los candidatos usen proyectos estratégicos para construir relatos políticos, debilitando la evaluación técnica que exige la ley.

Industria del hidrógeno verde exige certeza jurídica a Kast tras declaraciones poco felices en el «Debate» presidencial.

La última controversia del debate presidencial no vino de la economía ni de la seguridad, sino del hidrógeno verde. Las palabras del candidato José Antonio Kast sobre el proyecto INNA encendieron alarmas en la industria energética, que leyó en sus declaraciones un riesgo serio para la estabilidad regulatoria del país.

El gremio del hidrógeno verde respondió con un mensaje directo: Chile necesita certeza jurídica, no decisiones impulsivas desde La Moneda.

El proyecto INNA entra al debate político

El proyecto INNA busca instalar en el norte del país una planta de hidrógeno y amoníaco verde. La ubicación genera resistencia entre astrónomos chilenos y extranjeros por su eventual impacto en la observación científica en Cerro Paranal, sede del VLT del Observatorio Europeo Austral.

La zona es uno de los patrimonios astronómicos más valiosos del planeta.

En el debate de Anatel, las posturas se marcaron con fuerza:

  • Jeannette Jara dijo que aprobaría el proyecto si cumple las reglas ambientales, destacando su impacto laboral y exportador.

  • José Antonio Kast aseguró que rechazaría la ubicación actual porque afectaría los cielos del norte, e insinuó que podría mover la planta “al sur”.

La frase no pasó desapercibida para la industria. Tampoco para quienes siguen de cerca la relación entre política y grandes inversiones.

H2 Chile responde: no a los decretos presidenciales

Marcos Kulka, director ejecutivo de H2 Chile, advirtió que las reglas del juego no pueden cambiarse por decreto ni por presión mediática.

“El SEA debe establecer si hay problemas. Si no los hay, intervenir políticamente sería una pésima señal”, dijo a Diario Financiero.

Kulka insistió en que Chile no puede retroceder hacia decisiones personales que ignoren la institucionalidad ambiental. Para el gremio, hacer excepciones según el clima político ahuyenta inversiones y erosiona la credibilidad regulatoria.

“Entraríamos de nuevo en condiciones donde se decreta presidencialmente algo. Eso se paga caro y daña la institucionalidad”, sostuvo.

Populismo energético: el temor del sector

El sector del hidrógeno verde observa con preocupación cómo un proyecto sujeto al SEIA se transforma en arma electoral.

Es claro el riesgo: que los candidatos usen proyectos estratégicos para construir relatos políticos, debilitando la evaluación técnica que exige la ley.

Kulka enfatizó que no defiende ni aprueba el proyecto INNA, pero sí exige que el proceso siga su curso reglado.

“Lo que corresponde es dejar trabajar al SEIA”, señaló.

Jara y Kast prometen certeza jurídica, pero el debate abre dudas

Pese a las tensiones del debate, el gremio valora que ambos candidatos hayan planteado la necesidad de certeza jurídica y estabilidad para proyectos de largo plazo.
Sin embargo, la industria teme que las señales contradictorias —como la idea de “mover” proyectos aprobados— terminen generando parálisis y litigios.

Chile intenta posicionarse como potencia mundial en hidrógeno verde. Pero ese objetivo requiere algo más que discursos: requiere reglas claras, consistentes y respetadas por el poder político.

Y ese es, justamente, el punto que el debate dejó al desnudo.

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