«Agendas pro inversión, pro empleo, pro emprendimiento» basadas en «condiciones habilitantes» que se vienen discutiendo «hace tanto tiempo», es lo que el país requiere para lograr una reactivación económica sustancial, de acuerdo con la presidenta de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Susana Jiménez.
Entre las condiciones, la primera es, a su juicio, la seguridad, que se obtiene con medidas que «apunten a dar más tranquilidad no solo a las personas, sino que también al desarrollo de los negocios», los cuales hoy enfrentan «situaciones bastante complejas».
En segundo lugar, mencionó la agilización de los permisos o lo que se conoce como «permisología». Si bien reconoce avances en permisos sectoriales, persiste «toda una maraña de burocracia» y servicios «colapsados» con autorizaciones pendientes, lo que tiene «frenada la economía».
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Esto requiere una «clara modernización y un claro empuje para poder sacar adelante esos proyectos».
El tercer pilar, según Jiménez, es la competitividad tributaria. En ese punto recordó que el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha reconocido que la economía «requiere una baja al impuesto corporativo porque de lo contrario es muy difícil atraer más capitales».
AÑOS DE SERVICIO
En entrevista con Radio Cooperativa la líder gremial se refirió a temas que para la CPC son especialmente relevantes para la reactivación especialmente mirado «de cara a un año electoral».
Uno fue la revisión de las indemnizaciones por años de servicio. Para Jiménez, el sistema actual «genera una rigidización ya no solo en la contratación, sino que en la movilidad de las personas».
Esto se debe a que las personas que eventualmente desean cambiar de empleo pueden sentirse incentivadas a negociar su salida para obtener esa indemnización, lo que «genera mala movilidad» y «daña la productividad laboral».
A su juico el subsidio de cesantía fue un primer paso que «tenía contemplado modificaciones a las indemnizaciones por años de servicio, pero que quedaron ahí».
Para la CPC, es urgente volver a discutir temas como la flexibilidad laboral y las indemnizaciones, así como adaptar al trabajador a las nuevas exigencias del mundo generando las competencias necesarias. De no hacerlo, la actual alta tasa de desempleo podría volverse «una condición mucho más estructural», afirmó la presidenta del organismo.
