Mañana viernes la exsenadora Isabel Allende declarará como imputada ante el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, por la causa derivada de la fallida compraventa de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
Esto ocurre a poco más de un mes de ser destituida por el Tribunal Constitucional (TC), por infringir la prohibición consagrada en la Carta Magna de hacer negocios con el Estado.
Se estima que es una diligencia clave en la investigación, donde se pesquisa el eventual delito de tráfico de influencias y fraude al fisco.
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Allí, Allende entregará ante el investigador su versión de los hechos que rodearon la malograda negociación y lo hará en calidad de imputada.
«COMO CORRESPONDE»
Este no es el primer encuentro entre la removida senadora y el persecutor. El 24 de enero pasado compareció vía telemática junto con su abogada, Paula Vial, pero hizo uso de su derecho a guardar silencio, a la espera de tener acceso a más antecedentes recopilados en la carpeta investigativa.
Dos días después, la exministra de Defensa y sobrina de Allende, Maya Fernández -que renunció a su cargo por el caso-, sí respondió ante el fiscal.
Esta será la primera vez que Allende explique si realizó alguna gestión o llamada telefónica para agilizar los trámites de la adquisición de la casa de su padre para convertirla en un museo.
Y si es cierto lo que dijo el exasesor del segundo piso de La Moneda Miguel Crispi en la interceptada conversación con su madre, la socióloga Claudia Serrano (PS), donde este se refirió a supuestas presiones indebidas por parte de la entonces senadora para que el gobierno agilizara la adquisición del inmueble.
Desde la defensa de la exparlamentaria, Paula Vial aseguró que esta vez sí declarará ante el Ministerio Público.
Afirmó, asimismo, que su representada “colaborará, como corresponde”, publicó La Tercera.
