Isabel Allende, hija del emblemático expresidente Salvador Allende, sigue profundamente molesta. La tensión ha escalado a tal punto que algunos militantes temen que la exsenadora evalúe dejar la colectividad.
De acuerdo con dos fuentes, Allende se encuentra en un proceso de reflexión y no descarta presentar su renuncia al PS, en medio de la controversia generada por la definición de quién ocupará su escaño en el Senado tras su salida.
Lea también: Tohá por Matthei: “La muerte de mi padre entró en esas fechas que ella considera inevitable”
El malestar de la histórica dirigente se explica por su percepción de que la actual conducción del partido, liderada por Paulina Vodanovic, la ha “revictimizado” justo en uno de los momentos más delicados de su carrera política, marcado por su remoción del Senado a raíz del polémico intento de compraventa de la vivienda que perteneció a su padre.
ABANDONAR EL PARTIDO
Según diversas versiones, la exsenadora fue tajante al expresar ante miembros de la directiva que si no se respetaba el compromiso previamente acordado, no descartaba abandonar el partido.
El motivo del conflicto sería que se enteró de que la directiva del PS decidió retirar el oficio presentado al Senado para nominar al diputado Tomás de Rementería como su reemplazante, nombre que ella había respaldado personalmente. Esta decisión motivó su reacción inmediata.
“He tomado conocimiento de la decisión del PS de contravenir el acuerdo alcanzado con su presidenta, la senadora Paulina Vodanovic, y la mesa directiva saliente, respecto al reemplazo de la senaduría por Tomás de Rementería (…). Me parece un asunto grave. Espero que la comisión política respete el acuerdo”, expresó Allende mediante una declaración pública.
DIRECTIVA
El hecho de que la directiva decidiera remitir el asunto a la comisión política fue interpretado como un golpe hacia Allende, especialmente porque Vodanovic le había asegurado que podría elegir a su sucesor como un gesto hacia ella.
En las últimas horas, la tensión no ha disminuido. Por el contrario, se agudizó cuando De Rementería anunció mediante una carta dirigida a la militancia que se bajaba de la postulación.
En la misiva, manifestó que las “decisiones centralistas y los intentos de imponer nombres ajenos a la región (…) se me hace imposible continuar disponible para esta solicitud”.
DESIGNACIÓN
Aunque el diputado no hizo alusión directa a nombres, dentro del PS se interpretó como una crítica a presiones internas provenientes del sector Grandes Alamedas, al cual pertenecen tanto él como Allende, y que habrían intentado bloquear su designación.
Esta mañana, en conversación con CNN Radio, el diputado y vicepresidente del PS, Raúl Leiva, afirmó: “Andrés Santander y Arturo Barrios pertenecen a un grupo, una vertiente dentro del partido, que es Grandes Alamedas. Andrés es quien lidera esa sensibilidad. Hay una legítima aspiración (de ocupar el cargo), mas creo que es importante respetar las instancias dentro del partido (…) y la voluntad de la senadora Allende”.
El nombre de Santander surgió, junto con el de Barrios, como posible sucesor de Allende. La propia exsenadora, en su último día en la Cámara Alta, se reunió con ambos y con De Rementería, y les expresó su intención de que uno de ellos asumiera su escaño. Posteriormente, notificó que su decisión recaía en el diputado por Valparaíso.
PS
El jefe de bancada del PS en la Cámara Baja, Juan Santana, sostuvo que “el PS debe seguir todos los procedimientos normativos que se exigen para materializar la designación de nuestro nuevo senador. Y, además, creo que no se puede desoír la voluntad de la senadora Isabel Allende”.
Añadió: “Las muestras de solidaridad y empatía que expresó nuestro partido por el cese de su cargo serían palabras vacías si es que finalmente se pasa por encima de lo que ella ha manifestado: que el diputado De Rementería sea quién la reemplace. Sería un error innecesario que se le vuelva a faltar el respeto a la senadora Allende”.
De Rementería cuenta también con el apoyo de otros parlamentarios pertenecientes a Grandes Alamedas: Daniel Manouchehri, Daniella Cicardini y Danisa Astudillo, lo que da cuenta del quiebre interno que afecta a ese sector. Desde el entorno de Allende reconocen que ella ya no se siente parte de ese grupo, considerando el desarrollo de los acontecimientos.
INCERTIDUMBRE
Debido a la incertidumbre sobre la continuidad de Allende como militante, anoche Vodanovic se comunicó directamente con De Rementería para pedirle que reconsidere su decisión, justo antes de la sesión política que se realizará esta noche para intentar resolver el asunto. Esta mañana, en conversación con Radio La Clave, la presidenta del PS anticipó que propondrá su nombre como reemplazante.
Vodanovic es consciente de lo que está en juego. Fue proclamada recientemente como candidata presidencial del PS y cualquier error en esta etapa podría afectarla gravemente, más aún cuando existen voces internas que impulsan respaldar a la actual ministra Carolina Tohá, del PPD.
Según cercanos a la conversación que ambas sostuvieron por WhatsApp, Allende dejó claro que sigue profundamente molesta y se siente nuevamente “revictimizada”.
BANCADA
Desde la bancada socialista también han tratado de convencer a De Rementería para que mantenga su candidatura. La presión más intensa ha venido desde su región. En un comunicado, el comunal PS de Valparaíso expresó: “Manifestamos nuestro absoluto rechazo a la forma en que la mesa directiva nacional ha manejado este proceso, imponiendo decisiones centralistas, alejadas de la realidad y del sentir de la militancia (…). Solicitamos fraternalmente al compañero (…) que reconsidere su decisión”.
En tanto, desde Grandes Alamedas de Valparaíso reforzaron: “Rechazamos con firmeza cualquier intento de imponer a una persona ajena a esta región. El Senado no es una recompensa partidaria ni una cuota de poder”.
En un punto de prensa improvisado desde el Congreso, el propio diputado señaló que “yo voy a analizar lo que me pida mi partido en su momento”, aunque reconoció que “la situación de ayer me molestó”.
Desde la directiva del PS intentaron justificar el impasse como un error de carácter administrativo. Argumentan que el oficio fue presentado al Senado sin que antes se obtuviera la ratificación de la comisión política, como corresponde. Según trascendió, fue el exvicepresidente Eduardo Bermúdez —quien dejó su cargo el sábado— quien advirtió a Vodanovic sobre la omisión.