En su primer mensaje tras asumir la Presidencia de la República, José Antonio Kast pronunció un discurso centrado en el orden, la seguridad y la unidad nacional, con el que dio inicio a lo que definió como una “misión de recuperación” para Chile.
Desde el escenario, el mandatario electo comenzó agradeciendo a su familia y a Dios, señalando que los próximos cuatro años serán “intensos, exigentes y duros por momentos”, pero cargados de sentido de servicio público. “El servicio público no es un proyecto individual, es un compromiso que también asume la familia”, afirmó.
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Kast subrayó que su triunfo “no es personal ni de un partido”, sino de un país que —según dijo— decidió “volver a ponerse de pie”. En ese marco, destacó a quienes madrugan, trabajan, cumplen las reglas y buscan vivir sin miedo, reiterando que el restablecimiento del Estado de Derecho será una prioridad. “El imperio de la ley se va a restablecer en todo el territorio, sin excepciones ni privilegios”, aseguró.
OPOSICIÓN
En un gesto hacia la oposición, el Presidente electo reconoció a su contendora, Jeannette Jara, valorando su rol y compromiso público, y anunció que la invitará a una reunión una vez que asuma el cargo. “Chile se construye con gobierno y con oposición”, sostuvo, comprometiéndose a gobernar “como Presidente de todos los chilenos”.
El futuro jefe de Estado delineó tres urgencias para su administración: seguridad, inmigración y progreso económico con empleo. Recalcó que su propuesta de un “gobierno de emergencia” no implica improvisación ni autoritarismo, sino prioridades claras, urgencia y cumplimiento.
“Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia, y sin democracia no hay libertad”, enfatizó, agregando que el orden “no es un capricho, es justicia”, especialmente para las familias, trabajadores y adultos mayores.
Kast también hizo un llamado a un acuerdo nacional amplio, más allá de los partidos políticos, incluyendo a regiones, municipios, universidades, gremios y ciudadanía en general, descartando cuoteos y gobernar para un solo sector.
Al cerrar su discurso, el Presidente electo aseguró que la campaña quedó atrás y que comienza el tiempo del trabajo y las decisiones difíciles. “No les prometo milagros, les prometo trabajo, firmeza y consecuencia”, señaló, concluyendo con un llamado a la unidad y al compromiso colectivo: “Desde mañana, Chile vuelve a ponerse de pie”.






