El seminario «Volver a Crecer», organizado por la Sofofa y La Tercera, fue escenario de un nuevo cruce entre los tres principales presidenciables: Evelyn Matthei (Chile Vamos), José Antonio Kast (Republicanos) y Jeannette Jara (Unidad por Chile). El tema que los convocaba —el crecimiento económico— rápidamente se entrelazó con el debate político en torno al desempleo y la responsabilidad del actual gobierno.
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La última cifra del INE fue el detonante: un 8,9 % de desempleo para el trimestre abril-junio, que si bien representa una variación leve respecto al año pasado, activó las críticas de la oposición hacia Jara, exministra del Trabajo durante la administración Boric y actual carta del oficialismo.
Matthei no perdió tiempo. En su intervención, disparó directo: “Ayer quedé devastada al ver que en un año solo se crearon 141 empleos. Es una vergüenza”. Con un tono que mezcló ironía y desdén, subrayó que “la base de toda política social es el trabajo” y defendió el crecimiento económico como motor de dignidad y desarrollo.
Kast, por su parte, recogió la cifra con una puesta en escena propia: “Si aquí estuvieran las personas que encontraron empleo en el último año, habría muchas sillas vacías”. Pero más allá de la anécdota, su discurso volvió a poner sobre la mesa su narrativa de ruptura: “No venimos a adaptarnos, venimos a transformar”, dijo, adelantando un eventual “shock” en políticas públicas si llegase a La Moneda.
KAST Y LA ECONOMÍA
En lo programático, Kast reforzó su mirada liberal conservadora en lo económico: reducción del Estado, fomento al empleo formal y combate a la informalidad —que hoy afecta al 26 % de los trabajadores—, y una visión crítica sobre el rol que ha jugado el gobierno actual en materia laboral, particularmente con mujeres y jóvenes.
Jara, más técnica que combativa, respondió a los dardos reconociendo los desafíos. Defendió el crecimiento de la fuerza laboral como un síntoma positivo, aunque admitió que la creación de empleo no ha ido a la misma velocidad. “Tenemos problemas estructurales”, dijo, apuntando a la reconversión del capital humano y la necesidad de actualizar los programas de subsidio y capacitación laboral.
No dejó pasar la oportunidad para criticar el abandono institucional: “En 100 años, el Ministerio del Trabajo no tenía una división de empleo. La creamos recién hace poco”, subrayó, apelando a su gestión. También hizo un llamado al Congreso a aprobar la Ley de Sala Cuna y los subsidios flexibles para elevar la participación femenina en el mercado laboral.
UN DEBATE MÁS ALLÁ DE LO ELECTORAL
Más allá de las cifras y propuestas, el seminario sirvió para reafirmar los relatos de campaña. Kast y Matthei han comenzado a disputar el terreno económico con agresividad, cada uno desde su flanco, pero con un mismo objetivo: debilitar la opción oficialista. El tono frontal de Matthei y el discurso refundacional de Kast apuntan a consolidar liderazgos nítidos frente a un electorado de derecha aún disperso.
Para Jara, el desafío es doble: debe defender su gestión con cifras que no ayudan, y al mismo tiempo, ofrecer un horizonte de futuro en un clima que empieza a polarizarse. Su tono técnico, aunque sereno, puede quedar opacado si no logra construir una épica progresista que contraste con el relato de crisis que ya instalaron sus adversarios.