Una carta Abierta a Jeanette Jara y a José Antonio Kast, suscribieron 69 exlíderes de la Concertación. Exministros, exparlamentarios y exdirigentes sociales llaman a los candidatos a pensar en el futuro de Chile. «Que el futuro pese más que la próxima elección», titulan la carta abierta.
En primer lugar señalan que «Chile llega a una nueva elección presidencial en un contexto de profunda división. Como en los últimos comicios, cualquiera sea quien resulte electo, una parte muy significativa de chilenas y chilenos no lo tuvo como primera opción. La elección aparece así más marcada por la resignación que por la convicción. El desafío, esta vez, es que la segunda vuelta no sea sólo la disputa por una banda presidencial, sino el primer paso de un pacto más duradero, en el que el futuro de Chile pese más que la próxima elección y el interés general se imponga a las trincheras».
Luego recuerdan que en «Las primeras décadas tras el retorno a la democracia mostraron que los grandes avances son posibles cuando existe una visión compartida que trasciende un gobierno. El crecimiento, la reducción de la pobreza, la integración al mundo y la modernización de la infraestructura fueron fruto de acuerdos básicos y de una mirada estratégica de largo aliento».
Hoy, en cambio, el debate presidencial aparece atrapado en el corto plazo; los programas
pocas veces interpelan a la mayoría social y la polarización erosiona la legitimidad de las
reformas y desalienta la inversión», afirman.
Petición
específicamente señalan que «Frente a esta realidad, quienes firmamos este documento queremos plantearles una petición simple en su formulación, pero exigente en sus consecuencias: que, sabiendo que su mandato será acotado en el tiempo, lo enmarquen desde el inicio en una visión de país de largo plazo y se comprometan a ofrecer a la ciudadanía una hoja de ruta con metas económicas, sociales e institucionales claras y medibles, que orienten las políticas públicas más allá de un solo período presidencial.
Al 2050, Chile debiera poder mirarse habiendo logrado, entre otros objetivos, un ingreso por habitante al menos duplicado, una expansión diversificada de sus exportaciones, una
reducción sustantiva de brechas sociales y territoriales, un desarrollo sustentable que cuide su base natural y un Estado moderno, profesional y confiable al servicio de las personas. Nos parece relevante ordenar ese horizonte en torno a tres grandes tareas:»
1. Desarrollo económico sustentable: producir más, mejor y sin hipotecar el mañana
En primero lugar señalan que «Chile necesita recuperar una senda de crecimiento robusto, elevar la inversión y la productividad y consolidar una base exportadora más diversificada, sobre la base de un desarrollo que no degrade el territorio ni el entorno. Para ello se requiere un Estado que habilite y no que trabe: un marco tributario estable y competitivo, regulación, financiamiento e innovación alineados, y una coordinación estratégica que priorice proyectos país de largo aliento. Entre otros lineamientos, será clave destrabar inversiones en infraestructura y logística, dar certezas regulatorias a sectores intensivos en exportación y concentrar los instrumentos de fomento e innovación en ámbitos donde Chile pueda escalar tecnológicamente y no sólo aumentar volumen».
2. Más empleos, mayor productividad y una sociedad más equitativa
En segundo lugar plantean que «Chile debiera converger a niveles de ocupación, calidad del empleo y distribución del ingreso propios de economías avanzadas: menos desempleo estructural, mayor participación laboral —en especial de mujeres y jóvenes— y una desigualdad visiblemente menor, en un país que envejece rápido y tiene muy baja fertilidad. Ello exige elevar la productividad, facilitar la permanencia laboral de quienes quieran seguir trabajando, apoyar a las familias que deseen tener hijos y repensar migración, educación y seguridad social con conciencia demográfica. Un mercado laboral más inclusivo y dinámico requiere educación y capacitación pertinentes, normas que combinen adaptabilidad con protección de derechos y políticas de corresponsabilidad y cuidado que hagan compatible trabajo y familia, junto a un sistema de protección social que premie el empleo formal y reduzca lagunas previsionales».
3. Un Estado moderno, profesional y transparente al servicio de las personas
Para terminar, indican que «Ninguna agenda de desarrollo será sostenible sin un Estado capaz de ejecutarla. Chile necesita modernizar su gestión pública y su empleo estatal sobre la base de mérito, responsabilidad y cercanía con la ciudadanía, para contar con un aparato más calificado, eficiente y confiable. Ello supone fortalecer el servicio civil y la carrera funcionaria, actualizar el Estatuto Administrativo y la Alta Dirección Pública, evaluar de manera independiente programas y leyes, y avanzar en una estrategia nacional de transformación digital del Estado.
Un Estado moderno debe proyectar esa misma calidad institucional en su política exterior: respeto al derecho internacional, fortalecimiento del multilateralismo y protección de los derechos humanos como valor universal.
La seguridad pública y ciudadana será una prioridad ineludible para quien encabece el
próximo gobierno. En los últimos años se ha aprobado, no sin dificultad, una nutrida
legislación en la materia; lo que corresponde ahora es implementarla con decisión y con un salto sustantivo en la gestión del Estado. Ninguna consideración política puede neutralizar la acción frente al crimen organizado: su combate eficaz es una obligación cívica de las próximas autoridades y condición básica para que cualquier proyecto de desarrollo tenga sentido en la vida cotidiana. La calidad de nuestra vida democrática forma parte inseparable de este esfuerzo: partidos más programáticos, reglas claras contra el transfuguismo y los pactos puramente tácticos, una justicia oportuna y una participación cívica más activa para reconstruir confianza y representación», señalan como logros posibles.»
Tres tareas
para terminar, concluyen que «Estos tres ámbitos —desarrollo económico sustentable, empleo y equidad en un país que envejece, y un Estado moderno al servicio de las personas y su seguridad— están estrechamente entrelazados. No habrá crecimiento duradero sin legitimidad social; no habrá cohesión sostenible sin una economía dinámica; no habrá inversiones de largo plazo si persiste la incertidumbre institucional; y no habrá reformas profundas si la gestión pública no cambia su modo de hacer las cosas.
Lo que les pedimos no es un listado de medidas, sino un compromiso de Estado: crear un espacio institucional, transversal y estable, donde gobierno y oposición acuerden metas país al 2050 y revisen periódicamente su cumplimiento, más allá de quién ocupe La Moneda».
Desafíos
Específicamente indican que «Los desafíos de Chile requieren liderazgos que se atrevan a convocar, a escuchar y a construir sobre lo construido. Por eso los invitamos a no sólo competir por los votos del presente, sino a competir por el futuro de Chile, asumiendo el compromiso de trabajar por un gran acuerdo nacional para el desarrollo.
Porque lo que está en juego no es sólo quién conducirá Chile hasta 2030, sino qué país
estaremos construyendo hacia 2050: un Chile capaz de crecer sin dejar atrás a su gente;
un Chile que haga valer su palabra dentro y fuera de sus fronteras; un Chile donde el desacuerdo no impida los acuerdos esenciales; un Chile al que, dentro de veinte o treinta años, podamos mirar sin sonrojarnos y decir: supimos estar a la altura», concluyen.
Firmantes
Daniel Albarrán R.C
Soledad Alvear V.
Carlos Álvarez V.
Mario Astorga V.
Miguel P. Aylwin O.
Verónica Barahona D.
Cristian Barros M.
Eduardo Bitrán C.
Viviane Blanlot S.
Álvaro Briones R.
Jorge Burgos V.
Jaime Burrows
Darío Calderón
Roberto Cifuentes A.
Ernesto Corona B.
José Luis Del Rio G.
Flor Draguicevic P.
Jean Jacques Duhart S.
Carolina Echevarría M
Ricardo Fábrega L.
Jorge Fábrega L.
Mariano Fernández A
Carlos Figueroa S
Francisco R. Fuentealba V.
Cesar Gómez V
Manuel Inostroza P.
Alejandro Jara P.
Guillermo Larraín R.
Juan Carlos Latorre C.
Zarko Luksic S:
Manuel Marfán L.
Jorge Marshall R.
Gutenberg Martinez O
Carlos Massad A
Patricio Meller B.
Guillermo Mimica C.
Carlos Mladinic A.
Pedro Montt L.
Odette Morales B
Cristian Nicolai O.
Walter Oliva M.
Eduardo Palma C.
Edmundo Pérez Y.
Jorge Pizarro S.
Joseph Ramos V.
Edgardo Riveros M.
Avaro Rojas M.
María Alicia Ruiz Tagle O.
Patricia Salas S.
Abraham Santibáñez M.
Eugenio Tironi B.
Carolina Vivanco J.
Magdalena Vial R.
Mario Waisbluth S.
Maria Eugenia Wagner B.
Ignacio Walker P.
Roberto Zahler M.







