Política

Lo que pasa es que la banda esta borracha

Víctor Maldonado R.

Licenciado en Sociología y Magíster en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Chile

Lo que pasa es que la banda esta borracha
La derecha está operando en competencia entre sí y sin mando central

Lo que pasa es que la banda esta borracha.

Hay una diferencia entre llevar adelante una acusación constitucional a permitir que una acusación de este tipo se lleve por delante a sus propios autores. 

Es lo que está aconteciendo con la oposición, donde se está compitiendo por quién responde con mayor dureza contra el gobierno en el período electoral.

A la decisión de republicanos de presentar un libelo contra Carolina Tohá se ha sumado la impulsiva decisión de la bancada de RN, luego revertida, de acusar al Presidente de la República por la situación de seguridad que vive el país.

Nadie en la oposición está en condiciones de evaluar el efecto que pueda tener la suma de ambas decisiones. 

La derecha está operando en competencia entre sí y sin mando central. El peor de los mundos.

PERDIENDO EN CONTROL

En la oposición hay personas que desempeñan los más diversos roles, pero lo que no existe es un liderazgo capaz de encauzar al conjunto. 

No hay modo de convencer al país que se está en capacidad de conducirlo, cuando un sector político está perdiendo en control de sus propias acciones.

Parece una competencia sin sentido por quién aporta más a que el sistema pierda gobernabilidad, justo cuando los grados de libertad para asumir riesgos casi han desaparecido, se da un paso más. 

Se avanza sin saber para dónde.

No importando cuanto ruido se haga, si la centroderecha empieza a imitar en sus métodos a los más duros de su sector, está cediendo el liderazgo.

Este modo de proceder no se explica por ninguna reflexión, sino por temor. 

Lo que se está evaluando es un avance de republicanos en las próximas elecciones y eso los hace dudar sobre lo que están haciendo, por eso oscilan.

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GOBERNARSE A SÍ MISMA

Con esto, lo que sus deficientes conductores están provocando es lo mismo que quieren evitar y, además, con efectos permanentes. 

De una derrota, cualquiera se puede recuperar; de una claudicación, de ninguna manera.

Si la derecha no se gobierna a sí misma, no va a convencer de que pueda gobernar el país.

Chadwick enmudece todo lo que quiere, Cubillos habla todo lo que puede, Kast amenaza de lo lindo, Matthei reacciona, como de costumbre, inadecuadamente ante un sueldo inexplicable, las bancadas compiten por quien golpea más al gobierno. 

Sin liderazgo, el comportamiento es caótico.

DESORIENTACIÓN COMPLETA

Lo mínimo es recuperar la compostura. 

Puede que la derecha vaya adelantando posiciones en lo electoral, pero va retrocediendo prestancia en lo político. 

RN, lo que quedaba ordenado, hace lo posible por echar por la ventaja el prestigio ganado y hay que decir que lo ha conseguido en un tiempo muy corto.

La bancada RN ha presentado una acusación constitucional contra Boric que solo se podía hundir. 

El presidente del partido llama a una conferencia de prensa para dejar claro que la bancada no le obedece. 

Los socios acusados de irresponsables usan las palabras de la jefa de bancada en su contra.

La desorientación es completa. Como nadie es capaz de imponer el orden interno, como nadie golpea la mesa, todos se dedican a golpearse entre ellos.

Implícitamente los moderados de derecha están pidiendo su relevo, por cansancio y por confusión. 

Pero este sector no es reemplazable y no tienen más opción que recomponerse. Es un aviso de nuestro servicio de utilidad pública.

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