El exfrentista Pablo Muñoz Hoffman, capturado ayer en La Paz, Bolivia, sería expulsado y entregado en la frontera chilena, a través de Paso Quemado, pero eso no pudo concretarse, porque requiere un proceso formal y oficial para notificar de su detención, informó la ministra del Interior, Carolina Tohá. La secretaria de Estado se refirió a lo que ahora viene para su extradición.
Esa es la información que, a su vez, recibió de la Policía de Investigaciones (PDI).
“Una vez que ello pase, la Policía de Investigaciones debe informar a su vez al Poder Judicial. El Poder Judicial debe emanar una solicitud de detención para fines de extradición. Porque el hoy día está detenido por esta alerta roja, y también porque aparentemente tiene una condición migratoria irregular en Bolivia. Pero hasta que no se genere esta solicitud de detención para fines de extradición, no se echa a andar el procedimiento”, explicó la autoridad.
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“Cuando eso suceda, el trámite y el seguimiento de todo el proceso de extradición se lleva desde los tribunales de justicia. Entonces los pasos deben tomarse desde ahí en los próximos, digamos, días y horas”, agregó.
Tohá aseveró que “como Gobierno y a través de la Cancillería hemos estado muy encima de este tema, levantando la información, pidiendo antecedentes a las autoridades bolivianas y así lo vamos a hacer también en las próximas horas”.
La ministra destacó que la captura de Muñoz se produjo porque mantiene una “alerta roja internacional” emanada por los tribunales de justicia chilenos, y además, porque mantiene una situación migratoria irregular en Bolivia.
Las ordenes del poder judicial «se refieren a dos situaciones», aclaró.
«Uno, la evasión, la fuga desde la cárcel de alta seguridad, y segundo, un caso de secuestro que se provocó a propósito de un asalto a un camión de valores, que en el contexto de ese asalto se provocó una búsqueda por parte de la policía y transitoriamente un secuestro de una familia que se encontraba en el lugar», especificó
HUIDA DESDE LA CAS
Pablo Muñoz Hoffman era último de los cuatro exmiembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que continuaba prófugo tras su cinematográfica fuga en un helicóptero desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS) en 1996. Reconoció al ser capturado en Bolivia que ingresó de manera ilegal a ese país y no entregó mayores detalles sobre su presencia en La Paz.
Al momento de su fuga, en Chile cumplía condena por el asesinato del coronel Luis Fontaine -ex jefe de los aparatos de inteligencia de la dictadura- y por el atentado en marzo de 1990 en contra el general (r) Gustavo Leigh, quien integró la junta militar hasta 1978.
Escapó de la CAS junto con Mauricio Hernández Norambuena (alias “comandante Ramiro”), Ricardo Palma Salamanca (alias “El Negro”) y Patricio Ortiz Montenegro, todos miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Al FPMR se le atribuye el atentado contra Augusto Pinochet en septiembre de 1986 y el asesinato del senador UDI Jaime Guzmán, en abril de 1991.
