La irrupción de Magdalena Piñera en la discusión política no vino desde un comando ni de una entrevista planificada. Bastó un mensaje en su cuenta de X —con tono sobrio pero directo— para sacudir el tablero de Chile Vamos: “Evelyn Matthei tiene la experiencia, los equipos y la vocación de unidad para liderar el país”.
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Un espaldarazo que, más que despejar dudas, alimentó las versiones que circulan desde hace semanas sobre una eventual baja en la candidatura de la alcaldesa de Providencia.
LA CAÍDA DE MATTHEI
El respaldo no es inocente ni llega en un vacío. En el mismo momento en que Matthei enfrenta una fuerte caída en las encuestas, en el programa Sin Filtros el periodista Gonzalo Feito lanzó una afirmación que hizo ruido en todo el espectro político: Chile Vamos estaría evaluando como carta presidencial a la hija del fallecido expresidente Sebastián Piñera.
Feito aseguró tener fuentes internas del sector que avalan la idea: “Están sondeando una nueva candidata: Magdalena Piñera. Ya lo he chequeado por dos partes”, insistió. Según esos mismos datos, ella marcaría 20 puntos más que Matthei en sondeos reservados, un dato que —de ser cierto— no solo explicaría los rumores, sino que también abriría un nuevo flanco en la interna de la derecha tradicional.
El contexto no favorece a la actual abanderada de Chile Vamos. Evelyn Matthei, que lideraba cómodamente los sondeos presidenciales a inicios de año, hoy ha descendido al tercer lugar, superada incluso por figuras que meses atrás no estaban en carrera. Según la última encuesta Cadem, Matthei apenas alcanza el 9% de las preferencias, quedando detrás de José Antonio Kast (Partido Republicano) y Jeannette Jara (Partido Comunista), quien lidera con un 29%.
La mención de Magdalena Piñera —aunque desmentida por su entorno— parece haber encendido una mecha. No solo por el legado político que representa, sino porque evidencia una búsqueda activa de alternativas en sectores donde Matthei ya no genera el mismo consenso de hace unos meses. La derecha, fragmentada y urgida por rearticularse, enfrenta una encrucijada.
El apellido Piñera, una vez más, entra en escena en un momento de alta tensión electoral.