La puesta en escena era simbólica: en el corazón del Hogar de Cristo, junto a la icónica camioneta verde del padre Hurtado, los presidenciables fueron convocados para recibir propuestas sociales. Sin embargo, el encuentro entre Evelyn Matthei y José Antonio Kast terminó por mostrar otra cara del momento político: una derecha que no logra suturar sus divisiones internas.
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Matthei, carta presidencial de Chile Vamos, llegó con el gesto adusto, sin intención de disimular su molestia con Kast. El líder republicano, en tanto, la saludó con cortesía y sonrisa, pero obtuvo de vuelta una respuesta fría, distante. Fue el contraste perfecto con el efusivo saludo que Matthei sí brindó a Harold Mayne-Nicholls, quien también participaba del acto.
Según testigos, Kast intentó romper el hielo comentando que Mayne-Nicholls estaba juntando firmas. Matthei, en cambio, optó por el silencio y se desplazó para conversar con el exdirigente deportivo. La tensión estaba en el aire.
UNA ACUSACIÓN QUE CRECE
La frialdad no es gratuita. Matthei lleva días acusando una «campaña asquerosa» en redes sociales, impulsada —según ella— por cuentas asociadas al Partido Republicano. Apunta directamente a un supuesto montaje digital sobre su salud mental, amplificado por perfiles anónimos y bots.
Este lunes, la alcaldesa no solo reforzó sus dichos en medios, sino que anunció una querella. En entrevista con Radio Pauta, fue más allá y aseguró: «El candidato Kast sigue esas cuentas, las retuitea, no hay duda alguna».
Kast, por su parte, intentó desdramatizar. Consultado por la prensa sobre sus tensiones con Matthei, respondió con una sonrisa medida: «Todo bien, esperamos aquí compartir, conversar y coincidir en políticas públicas que ayuden a superar la extrema pobreza».
LA QUERELLA DE LA DISCORDIA
La ofensiva legal respaldada por senadores de RN, encabezada por Francisco Chahuán, ha generado incomodidad en la coalición. Figuras como Carlos Larraín estarían presionando para evitar su concreción, conscientes del impacto que puede tener en una derecha que aún no define su estrategia electoral de cara al 2025.
El conflicto pone en evidencia lo que muchos dentro de Chile Vamos preferían no verbalizar: la candidatura de Matthei no solo compite con la izquierda o el oficialismo, sino que enfrenta un desgaste prematuro provocado por los roces con la ultraderecha, representada por Kast.
¿Y LA SEGUNDA VUELTA?
El episodio en el Hogar de Cristo fue un microclima del momento político. En vez de cerrar filas ante una eventual segunda vuelta con escenario competitivo, las figuras de la derecha se cruzan acusaciones, defensas ambiguas y estrategias divergentes.
En esa línea, la incomodidad de RN frente a una querella que pone a Kast como antagonista de Matthei abre una pregunta mayor: ¿hasta qué punto está dispuesta la centroderecha a romper con los republicanos? Y, si no lo hace, ¿podrá proyectarse con una figura propia y un discurso coherente frente al electorado?
