En una semana particularmente compleja para la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, tres episodios han encendido las alarmas tanto dentro como fuera de su sector.
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La figura mejor posicionada en las encuestas presidenciales de la derecha atraviesa su momento más delicado desde que irrumpió con fuerza en la carrera hacia La Moneda. Lo más llamativo: esta vez, no es solo la oposición quien la cuestiona o voces relevantes del oficialismo, de la Democracia Cristiana, esto pasa incluso en el corazón de la derecha, dónde la están llamando al orden.
Hasta parlamentarios de Chile Vamos han reconocido los errores, dando cuenta de un deterioro en su estrategia y de una apuesta que podría costarle caro si persiste en sus dichos.
CRÍTICAS A CODELCO
Todo comenzó con su crítica a la reciente alianza entre Codelco y SQM para explotar litio en el Salar de Atacama. Matthei acusó al Gobierno de entregar los recursos estratégicos del país a capitales extranjeros, sin considerar que SQM es una empresa nacional y que el acuerdo fue liderado por Codelco —una empresa 100% estatal.
Esto, ha llevado que en la interna de la derecha califiquen sus declaraciones como desinformadas. Y no es para menos: lo que en principio parecía una crítica política terminó revelando un desconocimiento básico sobre la estructura productiva del país y los acuerdos estratégicos en una industria clave para el futuro de Chile. Sus palabras fueron catalogadas por analistas como un “disparo en el pie”.
Pero ahí no termina. Hace unos días vivió el papelón en el Estadio Nacional, cuando acusó que no existen cámaras, cuando es todo lo contrario.
Esto, a raíz de la tragedia en el Estadio Monumental. Junto al alcalde de Ñuñoa Sebastián Sichel se dirigió al Nacional y desde allí aseguró que «no hay nada, ni lo más mínimo, es una vergüenza, es una vergüenza”.
Esto, fue desmentido por el Ministerio del Deporte afirmando que las cámaras son monitoreadas por un circuito cerrado de televisión 24/7. Por su parte, el exministro Giorgio Jackson publicó un pantallazo de esos registros, en el que aparece la abanderada de CHV en la pauta donde dio esas declaraciones.
El episodio expuso un amateurismo difícil de justificar, especialmente porque Matthei ha hecho de la seguridad su principal bandera. Para una figura presidencial, ese tipo de errores no solo compromete su credibilidad, sino que evidencia una debilidad preocupante en la verificación de la información que entrega.
LA JUSTIFICACIÓN DE LOS HORRORES DE LA DICTADURA
Para culminar la semana. Nada generó tanto rechazo como sus dichos sobre el Golpe de Estado. Si bien muchos analistas reconocen que hablar sobre lo «inevitable» del quiebre democrático puede ser opinable dentro de ciertos marcos históricos, fue su siguiente paso el que desató una tormenta política: justificó abiertamente la brutal represión y asesinato de compatriotas durante la dictadura.
“Se hizo lo que se tenía que hacer”, llegó a decir. Palabras que no solo remecieron a la izquierda y a sectores de la ex Concertación, sino que provocaron un fuerte remezón dentro de su propia coalición. Desde Paulina Núñez hasta otros parlamentarios y figuras de Chile Vamos se desmarcaron de sus dichos, calificándolos de “imprudentes”, “inhumanos” e incluso “inmorales”.
El fuego amigo dejó en evidencia que esta vez Matthei fue demasiado lejos. En su intento por disputar el flanco derecho a figuras como José Antonio Kast y Johannes Kaiser, cruzó una línea ética y política que muchos en su sector se niegan a transar.
MATTHEI EN DECADENCIA
El analista político y director de TuInfluyes, Axel Callís, definió la situación de la candidata, afirmando que Matthei está «estancada, a la baja en todas las encuestas y paralizada, porque no tiene primarias», pues aseguró que el objetivo de esta elección es «poner ideas, posicionarse y captar tempranamente ciertas lealtades electorales».
Sobre el tema la abanderada sinceró en Radio Agricultura que una primaria sólo con Rodolfo Carter, «no tiene sentido. La gente cacha que eso no es una primaria de verdad».
«Todavía no estamos claros, pero para mí el tema de las primarias es algo razonable siempre que la primaria signifique algo, donde realmente haya una competencia, entre varias personas», sentenció. Pese a ello, en las últimas horas trascendió la posibilidad de que Matthei participe en primarias con Carter, Chahuán y el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli).
¿ESTRATEGIA O TORPEZA?
Los tres episodios han levantado dudas legítimas sobre la estrategia que Matthei está siguiendo para posicionarse como candidata de unidad de la derecha. En vez de consolidar una figura presidencial sólida y de centro-derecha, parece haberse dejado arrastrar por una lógica de polarización que no solo no le pertenece, sino que tampoco domina.
A semanas de una etapa clave en la reconfiguración del panorama electoral, Matthei enfrenta ahora una prueba mayor: demostrar que sus errores fueron puntuales y no un patrón. Porque si la desinformación, la improvisación y la falta de empatía siguen marcando su discurso, podría perder el terreno ganado. Y lo que parecía una carrera segura hacia La Moneda, podría convertirse en un caso de autoboicot anunciado.