La frase cayó como «patada en la guata» y rápidamente la tuvo que salir a aclarar. En entrevista con Mucho Gusto de Mega, la ministra Antonia Orellana, cabeza de la cartera que defiende a la Mujer y Equidad de Género, fue consultada por que no se pidió desde el primer minuto la renuncia del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, cuando se supo de la denuncia en su contra por violación de una subalterna.
“Yo creo que ahí hay tres elementos que son relevantes. Uno, que no estamos hablando de un portero del servicio público…”, alcanzó a decir. Ahí fue interrumpida y cuestionada respecto de si se le cree más a a víctima cuando el atacante es un portero que cuando es un ministro.
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“Bueno, si me permite responder lo que preguntó, quizás puedo contribuir», agregó después de un áspero intercambio con el entrevistador.
«Entonces, en primer lugar, yo creo que hay un elemento relevante de que estamos hablando de nada más y nada menos de quien está a cargo de la seguridad del país. Y, por lo tanto, eso no quiere decir que haya trato preferencial”, aseveró.
“En segundo lugar, está el tema del consentimiento”, complementó Antonia Orellana.
«AÚN MÁS GRAVE»
Más tarde la ministra nuevamente intentó aclarar sus dichos.
“A lo que yo me estaba refiriendo en Mega cuando se me interrumpió es que precisamente estamos hablando de una acusación contra el encargado de la seguridad en el país, que tiene atribuciones altísimas. Por ejemplo, poder hacer uso de la ley de inteligencia, cosa que por ejemplo yo como ministra no tengo esa atribución. Y a eso me refería”, dijo ante los medios la ministra Orellana.
“Lamento mucho que en estos tiempos de polarización y rápida viralización en redes sociales se recorte el clip para tratar de armar una polémica. Acá a lo que estamos apuntando es precisamente que por la altura del cargo que ostentaba Manuel Monsalve la denuncia es aún más grave”, continuó.
En ese sentido, enfatizó que “si es que Manuel Monsalve ocupó alguna de las atribuciones que le daba su cargo para intentar obstruir a la justicia, obtener ventajas en el juicio u otras, va a tener que enfrentar no solamente a la justicia penal, sino también los mecanismos administrativos y es por eso que ya se instruyó un sumario”.
LA OPOSICIÓN EN PICADA
La oposición salió casi en bloque a responder a los dichos de la ministra Orellana.
La secretaria general de Renovación Nacional, Andrea Balladares, dijo que «las declaraciones, que son desafortunadas, van reflejando que el Ejecutivo desde el inicio enfocó su preocupación en el posible victimario, y no por la denunciante o posible víctima».
Agregó que «hay una falta de empatía tremenda. La gravedad de las acusaciones no depende del status del acusado ni pueden relativizarse por el puesto que ocupa la persona involucrada».
En tanto, el jefe de la bancada de la UDI, Gustavo Benavente, sostuvo que «a medida que transcurren los días, el Gobierno sigue perdiendo la oportunidad de mantenerse en silencio».
«Cada vez que algún ministro o el propio Presidente Boric intervienen en este asunto, se agrava aún más la situación», añadió.
Afirmó que «la ministra Orellana tiene la obligación de aclarar que en Chile no existen ciudadanos de diferentes categorías. Esperamos que ofrezca disculpas públicas a todas las personas que ejercen la labor de portero o cualquier otra en nuestro país».
«CLASISMO»
Por su parte, la jefa de la bancada de diputados de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, dijo que «la falta de empatía de la ministra Orellana y su clasismo es impresentable. La renuncia debía ser solicitada de inmediato, precisamente porque ninguna investigación imparcial podría asegurarse a la víctima si el encargado de las policías es el investigado por estas».
«Precisamente por la relevancia de su posición, es increíble que el encargado de la seguridad en un país conmocionado por el crimen organizado se exponga de esa manera y abuse de su posición de poder», sostuvo.
A través de X, la diputada Chiara Barchiesi (Partido Republicano), planteó que «quedó claro que el feminismo de la ministra depende de si el acusado es de izquierda o derecha. Ahora nos dice que sus consideraciones varían entre un subsecretario y un portero. Lo que antes era oportunismo, ahora también es clasismo. Insólito».
Par la diputada Erika Olivera (Demócratas), «no debiera existir diferencia en la profesión u oficio del denunciado de violación para realizar diligencias. Los elementos que hacen distintos los casos son otros».
«Creo que el ex subsecretario Monsalve sí gozó de privilegios después de la denuncia del 14 de octubre. Respecto de la Ley Karin, la denuncia penal no es justificativo para que no se hiciera nada en favor de la víctima hasta que todo se hizo publico”, aseveró la parlamentaria.