«Todos queríamos una segunda vuelta Matthei y Tohá y todo indica, yo en eso ya tengo convicción, de que la segunda vuelta es Jara-Kast», aseguró el exministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre (PPD).
A su juicio, la polarización es una tendencia global que también afecta a Chile y que va vaciando el centro político.
La vinculó a una combinación de «estancamiento económico» y «disfuncionalidad política», similar a periodos históricos como el de la República de Weimar.
«Cuando no se crece, la política se transforma en un juego de suma cero», aseguró.
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Enfatizó, asimismo, que es importante que Jeannette Jara (PC), candidata del oficialismo, «se venga hacia el centro» en materia económica y de reformas políticas.
Por lo mismo, llamó a las fuerzas de centroizquierda a «prevenir que el sector se vaya al extremo» y a buscar el encuentro.
No solo lo pidió para el oficialismo, sino también a la derecha, para «evitar la polarización de la candidatura de (José Antonio) Kast», el candidato del Partido Republicano.
«NECESITAMOS OTRA COSA»
«El mundo, en estas circunstancias, tiende a las viejas certezas», explicó Eyzaguirre en conversación con radio Cooperativa.
«Entonces, la izquierda tiende a las recetas tradicionales de la izquierda y la derecha, a las recetas tradicionales de la derecha. Pero eso la historia muestra que no es lo que resulta. Estamos en una época distinta», recalcó.
«Yo tardé en darme cuenta que los años de la Concertación, los años hasta la gran crisis del 2008, 2009 y 2010 se fueron. Hoy día estamos en otra situación, lo que necesitamos es otra cosa», agregó.
«Entonces, mi esfuerzo va a ser por que la candidatura de Jara, más allá de aspectos populares que están en su ADN, tenga en el ámbito económico y político planteamientos que ayuden a una centroizquierda moderna que combine crecimiento económico con igualdad», puntualizó Eyzaguirre.
Para el exministro también es «fundamental» que haya «una representación parlamentaria del centro hacia la izquierda maciza».
Advirtió que, de no lograrse, «vamos a seguir el derrotero de Trump, con un Gobierno autoritario de derecha con características populistas que, si tiene mayoría parlamentaria, puede ir erosionando la democracia».