La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, hizo declaraciones sobre la postergación del proyecto de aborto sin causales y los comentarios del cardenal Fernando Chomalí de la Iglesia Católica. Orellana afirmó que “las decisiones que se toman no se basan en los deseos de los líderes eclesiásticos”.
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Esto surge tras que el arzobispo describiera como “un gran regalo” el retraso del proyecto que el Presidente Gabriel Boric había prometido presentar en diciembre durante su tercera Cuenta Pública. No obstante, fue la propia ministra quien confirmó el lunes pasado que el proyecto se aplazaría.
“(El proyecto) se ha pospuesto debido a que el Presidente hizo dos anuncios el 1 de junio: primero, la presentación de un nuevo reglamento sobre las tres causales, que actualmente está en trámite en la Contraloría General de la República; y, en segundo lugar, el proyecto de ley”, aclaró Orellana en una entrevista con Cooperativa.
ORELLANA RESPONDE A CHOMALÍ
En este contexto, la ministra mencionó que la elaboración del reglamento ha tardado por “una gran cantidad de oposiciones, como las del arzobispado de la iglesia chilena, que prefiere hablar de ‘embarazos complicados’ en lugar de reconocer la realidad”.
El reglamento en cuestión establece que “ninguna niña o mujer debe quedar excluida del acceso a las tres causales por su lugar de residencia, ya sea en áreas rurales o por el tipo de atención médica que recibe. Una vez que se avance en esto, procederemos a presentar el proyecto”, detalló Orellana.
Además, la ministra respondió a los comentarios del arzobispo, afirmando que “las decisiones que se toman no se hacen considerando los deseos de los dirigentes eclesiásticos, que es lo que implica ser un cardenal”.
Por otro lado, en relación al proyecto de aborto sin causales, Orellana señaló que “una de las recomendaciones del sistema internacional es avanzar hacia la despenalización del aborto y establecer un esquema de acceso seguro”.
“En Chile no enfrentamos la situación de muertes masivas por abortos inseguros como sucede en otros países de Latinoamérica y el Caribe; lo que tenemos es un vasto mercado negro”, explicó.
Finalmente, la ministra de Estado enfatizó que “la mayoría de la población no apoya la criminalización del aborto”.