En medio de la expectación internacional por la nominación de Michelle Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, se ha transformado en una de las voces del gabinete más cercanas a la expresidenta. No solo por compartir espacio en distintas instancias multilaterales, sino también porque ha debido trabajar estrechamente con ella en materias vinculadas a la agenda internacional de género.
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Orellana estuvo presente en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU, donde el Presidente Gabriel Boric oficializó la candidatura. Desde ahí, la secretaria de Estado destacó que la exmandataria enfrenta este nuevo desafío “llena de energía” y que su opción no solo es viable, sino también “sólida”.
“La vimos en la última Conferencia Regional de la Mujer en Ciudad de México y quedó claro que, pese a que existen otras candidatas con trayectoria, el liderazgo de la Presidenta Bachelet es innegable”, afirmó Orellana, subrayando que Chile ha impulsado reformas en el sistema multilateral y que la figura de Bachelet puede jugar un rol clave en un contexto internacional marcado por la crisis de equilibrios y liderazgos.
UNA MUJER EN LA ONU
La ministra recalcó, además, el valor simbólico de que, en 80 años, nunca una mujer haya llegado a liderar la ONU. “Ya fue la primera mujer Presidenta de Chile y una de las primeras en Latinoamérica. Pero esta candidatura va más allá del género: refleja el liderazgo de Chile en el sistema multilateral y la propia trayectoria de Bachelet, tanto en ONU Mujeres como en su labor como Alta Comisionada de Derechos Humanos”.
Respecto de las razones que llevaron al gobierno a dar este paso, Orellana fue categórica: “El factor principal fue la decisión de la expresidenta. Sin su disposición, no habría habido candidatura. Pero también hay un reconocimiento al respeto que ella genera y a la necesidad de equilibrar liderazgos regionales”.
Consultada sobre las opciones reales de éxito, la ministra reiteró su confianza en la postulación: “La candidatura es sólida y ya se han dado varias muestras de respaldo internacional”.
ESCENARIO POLITICO CHILENO
Uno de los puntos que ha marcado el debate interno es el eventual escenario político en Chile, donde un cambio de gobierno podría implicar una mirada distinta respecto de la candidatura. Sin embargo, Orellana descartó que se trate de una apuesta partidista: “En Chile existe una tradición de política de Estado en estas materias. Así ocurrió con Patricia Pérez en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, o con Andrés Allamand en la Secretaría General Iberoamericana. Esta no es una candidatura del gobierno, es de todo el país”.
La ministra también puso énfasis en que Bachelet cuenta con una red propia y robusta que excede cualquier contingencia local: “Su trayectoria como vicepresidenta del Club de Madrid, como exdirectora de ONU Mujeres, ex Alta Comisionada y dos veces Presidenta de Chile la sostienen con fuerza”.
Sobre la posibilidad de un veto por parte de Estados Unidos, inquietud que ha circulado en el oficialismo, Orellana reconoció que “es una opción dentro de las reglas de la ONU y el Consejo de Seguridad”, pero aclaró que no hay indicios concretos de que aquello ocurra: “La fortaleza de la candidatura está en el liderazgo que la expresidenta ha demostrado incluso en contextos adversos y bajo críticas, y ese es el sello que puede marcar la diferencia”.
De esta manera, el gobierno busca consolidar la idea de que la postulación de Bachelet trasciende los colores políticos y se proyecta como una apuesta de país frente al escenario internacional.