El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, transformó la ofensiva judicial en su contra en un mensaje de continuidad política. Tras ser notificado oficialmente por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), la autoridad insistió en que el requerimiento de destitución promovido por consejeros regionales de la oposición carece de sustento y que su prioridad seguirá siendo “trabajar en terreno con la gente”.
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El recurso, presentado el 25 de julio y admitido a trámite este lunes, acusa a Orrego de notable abandono de deberes y de vulnerar la probidad administrativa. La base de la denuncia es un informe de Contraloría que cuestiona el uso de recursos públicos durante su campaña de reelección.
Lejos de replegarse, el gobernador utilizó la notificación como plataforma para reforzar su imagen de gestión activa: “Este requerimiento tiene errores garrafales y no se sostiene en los hechos ni en el derecho. Lo vamos a demostrar ante el tribunal, mientras yo sigo cumpliendo el mandato que me dieron los ciudadanos”.
La defensa legal también apuntó a restarle peso político a la ofensiva. Su abogado, Ciro Colombara, sostuvo que la presentación mantiene falencias formales y, en lo sustantivo, se basa en imputaciones falsas o en interpretaciones jurídicas equivocadas. “Confiamos en que el tribunal rechazará este requerimiento”, señaló.
De este modo, Orrego busca encuadrar la arremetida no solo como un episodio judicial, sino como un intento de desgaste político de sectores ligados a José Antonio Kast y la UDI. En paralelo, refuerza su estrategia de mostrarse activo en la gestión regional para contrarrestar el impacto de la acusación.
El cerco sobre Orrego: Amenazas de ser removido y desaforado https://t.co/h9mH2qpZOc
— Cristian Bofill (@cbofillr) September 10, 2025