«Lo he dicho muchas veces y no tengo problema en repetirlo nuevamente, que mi plan es ser gobernador los cuatro años y para eso me eligieron y para eso trabajé», dijo el recién reelecto gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, respecto de la idea de que, tras su triunfo, se le abre la carrera presidencial.
El ex militante de la Democracia Cristiana obtuvo el 55,03% de los votos frente al 44,97% que sumó el candidato de Renovación Nacional, Francisco Orrego.
«Yo creo que el mundo del progresismo y especialmente también de la centroizquierda tiene que buscar un candidato o candidata que recoja un poco el guante de lo que han sido estas elecciones», dijo la autoridad en radio Cooperativa.
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A su juicio, hay que «ver qué es lo que nos está diciendo la ciudadanía», que, para Orrego es a todas luces, «déjense de la pelea política pequeña».
«La gente quiere una reforma de pensiones, la gente quiere una reforma de salud, la gente quiere vivir en una mejor ciudad. Frente a eso, simplemente se exaspera de que quienes somos servidores públicos, quienes estamos en política, vivamos de una pelea eterna», advirtió.
«NO ERA UN PLEBISCITO»
«Nuestros contendores, y especialmente quienes apoyan a Evelyn Matthei (UDI), trataron de plantear esto como un plebiscito al Gobierno. Creo que se equivocaron rotundamente», aseveró el gobernador Orrego.
«Trataron de plantearlo como una disputa entre izquierda y derecha, entre apruebo y rechazo, y creo que nuevamente se equivocaron rotundamente. La gente está más preocupada del futuro que del pasado», agregó.
«Si hubo un plebiscito este fin de semana fue para un estilo de hacer política. Esta idea de confundir la franqueza con odiosidad, de confundir la frontalidad con la conflictividad o confrontación, inclusive hasta con insultos, creo que fue completamente sancionado este fin de semana. Ya lo había sido en las elecciones municipales», advirtió.
UNA LECCIÓN
Al respecto, el gobernador Orrego criticó la falta de diálogo por parte de distintos sectores. A su modo de ver, eso se vio patente en los fallidos procesos constitucionales.
«Me llama la atención que no todavía no aprendamos la lección. El 80% de los chilenos señaló en su momento que quería una nueva constitución en democracia. Y después los extremos de la izquierda sectaria, que no fueron capaces de dialogar con quienes en ese momento coyuntural eran minorías, y después los mismos excesos de la extrema derecha, que no quisieron dialogar con quienes eran minoría, nos dejaron sin constitución hecha en democracia y con una enorme frustración por parte de la ciudadanía», argumentó.
«Y si después de eso y también del estallido social no entendemos que la gente exige a gritos ponernos de acuerdo, yo no sé quién lo hará», añadió Claudio Orrego.