Los ánimos se encendieron en el Senado por el proyecto de ley para la votación en dos días en las elecciones de octubre próximo y finalmente el informe que al respecto acordó la comisión mixta no fue aprobado.
No solo por los temas que llevaron la legislación a esa instancia parlamentaria -reembolso del voto válidamente emitido, multas relacionadas al sufragio obligatorio y la regulación de propaganda electoral por plataformas digitales y canales concesionados regionales- ni por la eliminación del feriado irrenunciable.
El tema en conflicto fue el cambio de una palabra: «ciudadanos» en lugar de «electores».
Lea también: Buen día para Orrego: recibe apoyo del PS y el FA y junta las firmas para candidatura independiente
ÚLTIMA HORA
Esta mañana el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, solicitó a la comisión mixta el cambio de conceptos, específicamente en lo referido a quienes se les cobrará una multa en el caso de no vayan a votar.
Esto, porque la Constitución plantea que los extranjeros con residencia «podrán» votar, mientras que la legislación que se está tramitando los somete a una multa de no hacerlo.
El secretario de Estado acusó que «no hubo voluntad de abrir el debate».
Los senadores oficialista anunciaron su voto en contra del proyecto.
Luego, el debate se amplió y llegaron las acusaciones.
Desde la oposición solicitaron a Elizalde transparentar la posición del Gobierno sobre el voto obligatorio. Argumentaron que el Ejecutivo quiere de dejar sin multa la elección y que por una cuestión de intereses políticos busca nuevas excusas para reponer el voto voluntario.
Así las cosas, la votación final fue de 25 votos a favor, 7 en contra y 7 abstenciones. Es decir, no hubo quorum.
¿Y ahora qué?
El Presidente de la República puede pedir al Senado pronunciarse sobre insistir o no por la aprobación del proyecto aprobado en primer trámite.