Partido Comunista reniega de la violencia del estallido social. Lautaro Carmona, dijo que «los excesos» permitieron descalificar las manifestaciones.
El presidente del Partido Comunista negó que su partido tuviera incidencia en los orígenes del estallido social y menos en los hechos de violencia que se produjeron. Sí reconoce que, en medio de la crisis, buscaron destituir al entonces presidente Piñera porque estaba «superado», pero a través de mecanismos constitucionales.
LA DERECHA HA IMPEDIDO SOLUCIONAR LAS CAUSAS DEL ESTALLIDO
Carmona asegura que lo relevante hoy, a 5 años de la crisis, es que las principales demandas del movimiento se encuentran más vigentes que nunca.
“El gobierno del Presidente Boric tenía una reforma tributaria para abordar parte de ellas y la derecha lo impidió.
Lo mismo ocurre con la reforma previsional, que hasta la fecha seguimos discutiendo, mientras el descontento se mantiene”, afirma Carmona.
En una entrevista en La Tercera, el líder comunista revisa con perspectiva actual los hechos de 2019.
NO CONMEMORAN PARA NO «APROPIARSE» DEL ESTALLIDO
Lo primero que llama la atención, es el porqué ese partido no conmemoró la fecha en estos 5 años evitando ser relacionados a ella.
«La verdad es que no existe un cálculo político.
En estos años no hemos hecho ninguna actividad conmemorativa, por respeto al rigor de un movimiento que tuvo una proporción de autoconvocatoria muy determinante y que ningún partido puede apropiarse.
Estábamos trabajando con el resto de los partidos (oficialistas) una declaración conjunta, pero debido a la contingencia, los temas de campaña en que están las directivas y tantas cosas que se juntaron en estos días (no se pudo hacer).
Ante ello y sin pretender nada, sacamos hoy (viernes) nuestra declaración clara y categórica de valoración a ese proceso como una manifestación de profundidad democrática», asegura.
EL ESTALLIDO SURGE DEL MOVIMIENTO SOCIAL NO DEL PC AFIRMA
Hoy el PC niega ser parte de la «paternidad» del estallido social:
«Sería faltar a la verdad si yo asociara una mirada o acción nuestra con los resultados de la convocatoria del 18/O, que surge esencialmente del mundo social y que tuvo una extensión del 18 de octubre hasta marzo de 2020 y, si no hay pandemia, no se desmoviliza.
Lo que hace el PC es darle un juicio de valor a ella, dados los contenidos de sus propuestas», responde.
LAS CAUSAS DEL ESTALLIDO SOCIAL SIGUEN VIGENTES
Aunque reconoce que el estallido perdió validez ante la opinión pública, insiste en que sus causas siguen vigentes:
«Yo percibo una contradicción en eso, porque al mismo tiempo que se desacredita, las encuestas indican que los cinco problemas más importantes que les afectan hoy a los chilenos, salvo la seguridad pública, son los mismos que dieron origen a las manifestaciones: pensiones dignas, mayores recursos para la salud pública y listas de espera, el derecho a la vivienda y educación de calidad.
Mira el Especial a 5 años del Estallido Social
Le sumaría otro tema que afortunadamente está en la propuesta vinculada al tema del CAE, que es el tratamiento del Estado a los deudores.
Hoy, salvo unos pocos, todos los chilenos viven bajo la angustia de las deudas, al punto de que mucha gente está comprando su mercadería en el supermercado a 12 meses plazo. O sea, para comer, es deudor; para pagar el dividendo, es deudor; para pagar el vehículo, es deudor, para todo los chilenos hoy deben endeudarse. Y los únicos que no se afectan ni se alteran por ello son los bancos y las financieras, que parecen ser inmaculados».
NADIE QUIERE VOLVER A TENER UN CAOS EN SU CIUDAD
Y se explaya acerca de la contradicción que dice existe acerca del estallido social, renegando de paso de la violencia:
«Las preguntas en algunas encuestas, a veces, se reducen a la parte más violenta que hubo en las convocatorias, que fue una expresión no convocada ni deseada por los movimientos sociales… Nadie quiere volver a tener un caos en su ciudad, ni siquiera los que estamos de acuerdo con que esas luchas siguen más vigentes que nunca, y menos los que no están de acuerdo con enfrentarlas».
tratándose del origen de la violencia apunta a los intramarchas, infiltrados.
«Mi pregunta, entonces, es ¿quiénes eran los interesados en hacer esas expresiones de violencia que terminaron facilitando el camino a los que querían homologar todo el movimiento a la violencia? ¿Quiénes eran los llamados “intramarchas”? Hay una serie de episodios (de violencia) que no están aclarados hasta el día de hoy».
LOS EXCESOS SOLO DESPRESTIGIARON LAS MOVILIZACIONES
Carmona niega por tercera vez haber valorado o legitimado la violencia en el estallido social:
«La derecha quiere asignarle al PC una mirada licenciosa respecto al tema de la violencia o los excesos que tuvo la convocatoria y que no correspondió a sus convocantes. Nos quieren hacer aparecer como que a nosotros nos pareció natural y normal la violencia que hubo.
Y eso no es verdad.
Nosotros valoramos las movilizaciones y no una condición de violencia. Los excesos, lo único que hicieron, fue permitirles a sectores de la derecha descalificar el fondo de las manifestaciones, y creo que en eso hoy vuelven a cometer un error. Recordemos que en ese momento los empresarios, la Primera Dama (Cecilia Morel) y el propio Presidente (Sebastián Piñera) valoraron las movilizaciones pacíficas».
FUE VÁLIDO INTENTAR SACAR A PIÑERA, RECONOCE
No tiene remilgos en reconocer como legítimo el intento de remover a Piñera, porque estaba «superado», asegura:
«A juzgar por lo que ocurrió después del 18/O, cuando el Presidente declara que hay un enemigo interno muy peligroso y que estamos en guerra, no fue apresurado. Él estaba abordando el tema con una mirada, digamos, conspirativa, respecto al pueblo, y su gobierno no estaba dando el ancho para responder a las demandas y garantizar el orden público, salvo tratar de sofocarlas por la vía de la represión.
Lee la declaración del PC a 5 años del Estallido Social
El Presidente estaba superado en sus capacidades y lo que hace el PC, junto a otros partidos, es usar los recursos institucionales que tiene el país. La posibilidad de acusar constitucionalmente a un Presidente de la República está en la Constitución».
FRACASO CONSTITUYENTE: HEMOS ASUMIDO NUESTRA RESPONSABILIDAD
Asume eso sí parte en la responsabilidad del fracaso en el primer proceso constituyente:
«Se encuentra pendiente un análisis de cuánto esfuerzo hicimos los que teníamos representaciones -nosotros teníamos seis de 150 convencionales- para convenir cuál sería la centralidad aconsejable y que no fuera el infinito a resolver. Nosotros hemos asumido nuestra responsabilidad.
Otros no lo han hecho.
Para mí la guinda de la torta de la desacreditación de este proceso fue este señor Rojas Vade, que aún no tengo claridad cuál fue su motivación para hacer tanto daño», concluye.