«Lo que hay que hacer ahora es reforzar ese comando», dijo la senadora de Renovación Nacional Paulina Núñez, tras el episodio de la fallida primaria de Chile Vamos con Evelyn Matthei a la cabeza.
«Ya no aguanta más el que no haya un jefe de campaña o un generalísimo», opinó respecto de lo que ahora viene. «Luego un equipo vocero, porque un candidato presidencial no tiene por qué estar respondiendo todo, porque es claro que uno está propenso a cometer errores», agregó.
«Uno no puede estar improvisando sobre quien sale a responder resolviendo en una reunión de cuatro paredes cuando recién resolviste el problema. Me refiero a lo de las primarias. Son los presidentes de partido los que tienen que decir si hay primarias o no. A ellos les corresponde ponerle el pecho a las balas y no a la propia candidata», aseveró.
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Así lo planteó en conversión con radio Futuro, donde desmenuzó lo que fue ese proceso en CHV.
“Cuando proclamamos a Evelyn Matthei como nuestra candidata en Renovación Nacional dijimos que era importante tener una primaria, porque eso te permite estar en campaña, recorrer Chile, levantar propuestas y participar de debates con toda la cobertura que eso significa”, explicó Núñez.
Sin embargo, a su juicio “esta primaria de Chile Vamos, un poquito más amplia con independientes, nació muerta. Cuando tú planteas una primaria donde pones reglas que dejan contra la espada y la pared a las personas que están disponibles ahí o que tú le pides que vayan, se hace muy compleja que llegue a puerto”.
CAMBIO EN SISTEMA POLÍTICO
En otro tema, la senadora valoró el avance del proyecto que cambia el sistema político y electoral.
“En la sala del Senado tiene los votos y por lo tanto se va a aprobar. Luego tiene que ir a la Cámara de Diputados y Diputadas donde hay que hacer un trabajo mayor. Algo que le corresponde principalmente al Ejecutivo, que en su momento también fue parte de este acuerdo transversal como una reforma a la Constitución”, dijo la presidenta de la Comisión de Constitución a la sala del Senado.
El objetivo de reducir la fragmentación política.
Entre los principales cambios, crea un umbral del 4% de votación para que un partido pueda tener representantes electos.
«Hoy en la cámara hay 22 o 23 partidos políticos donde a veces uno termina militando en uno y se cambia a otro. Eso no debe ocurrir y, para que eso no ocurra, las condiciones para los partidos deben ser más elevadas», detalló.
De este modo, «en las próximas elecciones se establece un umbral del 4% para que aquel partido que alcanza este, puede elegir a sus candidatos electos», apuntó Núñez.
También considera una regla transitoria que permite la fusión de partidos que no alcancen el umbral, siempre que formen parte de la misma lista electoral.
Mantiene también el umbral de disolución del 5% para evitar el aumento de micro partidos o partidos familiares.