Política

PC defiende movilización y tensiona el cambio de mando

Cristian Navarro H.

Periodista

movilización
Foto: Publicado en X por @PCdeChile
Desde el Partido Socialista, el diputado Raúl Leiva marcó distancia no por el fondo, sino por el momento político.

El anuncio del Partido Comunista (PC) de retomar la movilización social como eje de su rol opositor no solo abrió un flanco con la derecha, sino que tensionó al propio oficialismo, que hoy debate más por las señales que se envían en la antesala del cambio de Gobierno que por el derecho a manifestarse en sí.

La definición emanada desde el Comité Central comunista, que propone “articular un pueblo organizado, movilizado y consciente de sus intereses” mediante un “trabajo de masas sistemático”, fue leída en sectores políticos como una advertencia temprana al Gobierno entrante de José Antonio Kast, mientras otros la interpretan como una reafirmación identitaria del PC tras su salida del poder.

Desde el Partido Socialista, el diputado Raúl Leiva marcó distancia no por el fondo, sino por el momento político. A su juicio, aun cuando la protesta es un derecho constitucional, “hay que ser muy cuidadosos con las señales”, advirtiendo que el llamado a la movilización masiva puede tener “una lectura compleja” justo en la transición presidencial.

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En la oposición, la reacción fue frontal. El diputado Henry Leal, de la Unión Demócrata Independiente, acusó al PC de recurrir históricamente a la presión social cuando discrepa del rumbo político, calificando la estrategia como un intento de desestabilización anticipada.

PC RELATIVIZA CRÍTICAS Y APUNTA A LA ESTIGMATIZACIÓN

Desde el propio Partido Comunista, el diputado Luis Cuello defendió la resolución del Comité Central y bajó el tono a la controversia, calificando de “artificial” la polémica. Afirmó que organizarse y movilizarse forma parte de la democracia y sostuvo que el debate revela un intento por estigmatizar la participación ciudadana.

“El desafío es construir una oposición con fuerte vínculo social para defender avances y evitar retrocesos, siempre de manera democrática”, señaló, reforzando la idea de que la movilización no es sinónimo de desorden, sino de participación política activa.

LA MONEDA EVITA ESCALAR EL CONFLICTO

Desde el Ejecutivo, el ministro del Interior Álvaro Elizalde optó por una postura institucional, sin entrar en la controversia directa. Recalcó que existen miradas diversas en el oficialismo y la oposición, pero subrayó un principio común: el derecho a manifestarse debe ejercerse siempre de forma pacífica y dentro del marco democrático.

Así, más que un choque ideológico inmediato, el anuncio del PC abrió una discusión sobre el tono y las prioridades de la oposición en un escenario marcado por el cambio de mando y la necesidad, para varios actores, de evitar que la política chilena vuelva a polarizarse en torno a la calle como principal campo de disputa.

 

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