A horas de la elección presidencial, la derecha enfrenta su jornada más tensa del año. Mientras el piñerismo se desplegó con fuerza para apuntalar a Evelyn Matthei, el Partido Republicano elevó la presión para obtener una foto de unidad que la candidata de Chile Vamos insiste en minimizar, generando inquietud en todo el sector.
El gesto más visible vino desde Vitacura: Cecilia Morel y su hija Cecilia Piñera se reunieron con Matthei en un café para entregarle un respaldo explícito. Morel aseguró que la exministra es “la mejor preparada” para liderar un país que necesita acuerdos y recordó que su capacidad de trabajo le evoca al expresidente Sebastián Piñera. El mensaje fue claro: el piñerismo quiere que todas las fuerzas de derecha celebren “unidas” un eventual triunfo de Matthei.
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MATTHEI DESAFÍA LA PRESIÓN POR LA “FOTO DE UNIDAD”
Sin embargo, la candidata volvió a esquivar un compromiso inmediato hacia José Antonio Kast o Johannes Kaiser en caso de quedar fuera del balotaje. “A la señora Juanita, la fotito le importa un pito”, enfatizó, insistiendo en que su prioridad no es la coreografía de la noche electoral, sino la consistencia programática.
Matthei incluso aprovechó de reprochar a Kast y Kaiser su rechazo a realizar primarias, advirtiendo que, si ella pasa a segunda vuelta, también enfrentará demandas programáticas como el “chao préstamo”, una de las propuestas emblemáticas del republicano. Subió el tono: “Me interesa saber cómo vamos a crear empleos, combatir la delincuencia y recortar gastos sin tocar lo social. Cuando hablan de recortar 6.000 millones de dólares, es evidente que eso afecta a la gente”.
El contragolpe no tardó. Horas después, José Piñera, hermano mayor del expresidente, declaró públicamente su voto por Kast. Un movimiento interpretado por analistas como una señal de que el piñerismo tampoco es monolítico y que, detrás de los gestos, la derecha sigue fragmentada.
ENCUESTAS RESERVADAS TENSAN AÚN MÁS EL CLIMA INTERNO
En el comando de Kast evitaron responder a Matthei, mientras figuras como el exministro Rodrigo Álvarez y los diputados Catalina del Real y Stephan Schubert insistieron en la necesidad de un mensaje “rápido y claro” de cohesión para enfrentar una eventual segunda vuelta.
A esto se suma el ruido de encuestas reservadas que circulan en las últimas horas y que apuntarían a un alza de Kast y del PDG, Franco Parisi, además de un reacomodo del electorado de derecha motivado por el protagonismo reciente de Kaiser. Estos movimientos han elevado la tensión en Chile Vamos, que ve cómo la disputa por el liderazgo opositor se juega en tiempo real, incluso antes de abrirse las urnas.
“Estamos muy confiados en que nos va a ir bien”, aseguró Juan Sutil, estratega de Matthei. No obstante, la derecha llega a esta elección con una certeza inevitable: gane quien gane, la foto del domingo será apenas el primer capítulo de una batalla más profunda por el control del sector.
