A fines de mayo, el jefe de gabinete del Presidente Boric, Carlos Durán, fue informado desde el ministerio de Justicia del caso de Bernarda Vera, mujer que figuraba en el Informe Rettig como detenida desaparecida pero sobre la cual existían sospecha fundada de que se encontraba viva, en Argentina.
En enero el gobierno había entregado a Clauda Rey Vera -hija de la presunta ejecutada política- un informe con los antecedentes recopilados al respecto.
De acuerdo con The Clinic, esta se negó a recibir la información y ya había escuchado rumores respecto de su madre. Insistieron, pero ella volvió a rechazar el ofrecimiento.
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Finalmente lo recibió -incrédula- en mayo pasado y se exploró la posibilidad de exigir un examen de ADN en Argentina a la persona sospechosa de ser Bernarda para despejar dudas.
Manejaron el caso con sigilo, hasta el reportaje de Chilevisión del domingo pasado que reveló parte de la información y ubicó a la mujer en Argentina.
En Presidencia confirmaron que Durán fue informado de los antecedentes a fines de mayo y que se resolvió que el tema siguiera en manos de Justicia, monitoreado por el Comité de Seguimiento del Plan Nacional de Búsqueda anunciado al conmemorarse medio siglo del golpe de Estado de 1973.
Descartaron, también, que se haya informado al Presidente que Bernarda Vera estuviera presuntamente viva y que se buscó mantener “al margen” al Mandatario de la trayectoria de búsqueda.
CORDERO
Conocido el caso de Bernarda Vera, el ministro de Seguridad Pública y ex ministro de Justicia, Luis Cordero, recalcó que “esta idea de que el Estado lo mantenía en reserva para ocultarlo es absurda, porque lo que existe son oficios y comunicaciones oficiales. El espíritu del Plan (Nacional de Búsqueda) es construir trayectorias respetando la situación de los familiares”.
“Esa niña de cinco años creció con sus abuelos, quienes presentaron los antecedentes a la Comisión Rettig, en la cual su madre fue calificada como ejecutada política. Comunicarle algo distinto, sin certezas, podía ser completamente destructivo”, dijo al citado medio.
El secretario de Estado relevó la importancia del Informe Rettig, que fue «fundamental para Chile y todas las iniciativas posteriores, incluido el Plan Nacional de Búsqueda, se apoyan en él», dijo.
Cordero admitió que excepcionalmente podrían aparecer casos similares, «sobre todo de personas no calificadas que deberían haberlo estado. Pero situaciones como la de Bernarda Vera son muy poco frecuentes”.