En medio del creciente clima de tensión al interior del oficialismo de cara a la primaria presidencial del 29 de junio, el presidente del Partido por la Democracia (PPD), senador Jaime Quintana, hizo un llamado a revisar los acuerdos y relaciones dentro del bloque progresista.
Esto, a raíz de los cruces protagonizados por los comandos de campaña de Carolina Tohá (PPD-PS-PR-PL), Gonzalo Winter (Frente Amplio) y Jeannette Jara (Partido Comunista-AH).
«Efectivamente han habido diferencias con el Frente Amplio, pero también con el Partido Comunista y con lo que fue Apruebo Dignidad, respecto de los temas y visiones del futuro, pero también respecto de las formas y la manera de encararlos, y eso obliga a replantearse algunas cosas», sostuvo Quintana este lunes.
Lea también: Bancada FA se reunió con contralora Dorothy Pérez
Las declaraciones surgen tras la controvertida franja televisiva del FA, donde se utilizaron imágenes de figuras históricas de la ex-Concertación como Patricio Tombolini (PR) y Jorge Correa Sutil (ex DC), acompañadas del mensaje: Chile puede ser cruel, desigual e injusto, y terminó creciendo solo para unos pocos.
Esto provocó la inmediata molestia de sectores del Socialismo Democrático y de la propia Tohá, quienes calificaron el tono como “decepcionante”.
El descontento se materializó con la decisión del Socialismo Democrático de restarse de una reunión de coordinación entre los partidos oficialistas, aunque sí asistieron al Comité Político de este lunes.
DESALIFICACIONES DE TRADICIONAL OFICIALISMO
Frente Amplio, la presidenta del conglomerado, Constanza Martínez, respondió a las críticas afirmando que también han sido objeto de ataques por parte de figuras del Socialismo Democrático.
«Hemos recibido epítetos de carácter bien fuerte. Se nos ha tratado de corruptos, imbéciles”, sostuvo, aludiendo directamente a los dichos del senador socialista Fidel Espinoza, quien ha cuestionado con dureza al diputado Winter, y también a declaraciones del economista Óscar Landerretche, integrante del equipo de Tohá.
Martínez, sin embargo, buscó poner paños fríos: «No hemos caído en la descalificación, como sí ha pasado con nosotros. Pero es natural que se expresen algunas diferencias entre proyectos distintos que tienen un objetivo común”.
FRÁGIL UNIDAD
El episodio refleja las tensiones persistentes en la alianza oficialista, dividida entre las fuerzas que apoyaron al gobierno desde la ex-Concertación (hoy Socialismo Democrático) y el núcleo de Apruebo Dignidad (FA-PC), que llegó a La Moneda con la figura de Gabriel Boric.
Aunque todos los sectores reiteran su disposición a construir un proyecto común de cara a una segunda vuelta, los roces han evidenciado que las diferencias ideológicas y estratégicas siguen sin resolverse del todo.
Las próximas dos semanas, marcadas por los últimos días de campaña antes de la primaria, serán claves para determinar si el progresismo logra cerrar filas o si las fisuras se profundizan.
