El presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, reconoce que la oposición quedó dividida con la votación de la reforma previsional, pero aspira a llegar a la unidad con miras al próximo proceso eleccionario y así derrotar a la izquierda.
«Vamos a abogar por una primaria amplia hasta último minuto», aseguró en entrevista con La Segunda.
«Tenemos una oportunidad única, que no hemos tenido en la historia, no sólo de llegar a La Moneda, sino de tener mayoría parlamentaria. Si lo logramos podríamos hacer volar (económicamente) al país, volver a crecer, generar mucho más empleo, podríamos hacer que los salarios aumenten. Ante esa posibilidad, cualquier sacrificio vale la pena. El adversario es la izquierda», enfatizó.
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Según sus cálculos, «la izquierda va a ir en dos listas parlamentarias. Las oposiciones tenemos que hacer un esfuerzo por ir en dos listas parlamentarias. Quizás Socialcristianos podría ir con Republicanos; Amarillos y Demócratas, con ChV, y de ese modo competir en igualdad de condiciones con la izquierda, asegurando una mayoría parlamentaria».
Esto porque, advirtió, «si terminamos yendo en tres o cuatro listas le vamos a regalar el triunfo a la izquierda»
«Eso ya lo aprendimos en la última elección municipal», recordó.
«UNA OPORTUNIDAD PERDIDA»
Por eso, añadió, «espero que todas las fuerzas políticas de oposición estén a la altura para hacer los esfuerzos que se requieran para que podamos tener mayoría en el Congreso».
No hacerlo, a su juicio, «sería muy malo, porque sería una oportunidad perdida».
Significaría ir más lento en hacer reformas «y ya sabemos cómo es la izquierda cuando es oposición», acotó el presidente de la UDI.
«Espero que por un sentido de responsabilidad con el país hagamos los esfuerzos para ir máximo en dos listas y no en tres o cuatro, porque esto último le aseguraría el triunfo a la izquierda», reiteró Ramírez.
«MENOS FUERZA»
Para el líder gremialista ir divididos «significa no hacer una primaria y terminar yendo con tres o cuatro candidatos de oposición».
«Si van Matthei, Kast, Kaiser, algún Socialcristiano, algún Amarillo, eso hace que pasemos a segunda vuelta con menos fuerza y, por lo tanto, le hace el trabajo más fácil a la izquierda. Sobre todo en lo que respecta a la elección parlamentaria», ejemplificó.
Añadió que «a partir de marzo nos vamos a tener que sentar las distintas fuerzas de oposición y tener una conversación franca acerca de nuestras aspiraciones para hacer un esfuerzo por la mayor coordinación posible».