El acuerdo por las pensiones representa un avance significativo en la tramitación de la reforma previsional, que busca mejorar las pensiones de los chilenos mediante una combinación de ahorro individual y mecanismos de solidaridad.
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Si bien, los últimos días fueron frenéticos para la Comisión de Trabajo del Senado, finalmente, y tras un año de tramitación, salió humo blanco y el proyecto fue despachado a la Comisión de Hacienda, que revisará la iniciativa este martes y miércoles.
LOS IMPORTANTES CAMBIOS
Entre las modificaciones que acordó la Comisión se encuentra la disminución del requisito de años cotizados mínimos con el que deben contar las mujeres para acceder a la garantía de 0,1 UF por año cotizado.
Es que en la propuesta original se exigían, para este beneficio, al menos 20 años de cotizaciones para hombres y 13 para mujeres. Pero para este último grupo se modificó y ahora se exigirán solo 10 años de aportes.
Se espera que con esto el beneficio alcance a alrededor de 544 mil mujeres, equivalente al 62% del universo de pensionadas.
Otro cambio importante tiene que ver con el porcentaje de cotización que irá en los primeros años a la cuenta individual. En la propuesta original, se consideraba -en una gradualidad de 9 años del aumento de 7%- que recién al tercer año una parte comenzara a ir a la cuenta personal.
No obstante, la Comisión decidió acelerar -levemente- esto: el primer año la cotización adicional será de 1%, con un 0,1% a la cuenta individual y 0,9% al Seguro Social que comienza con la iniciativa.
Quedó visado, de esta manera, que del 8,5% que aportarán los empleadores, un 4,5% irá a las cuentas individuales, un 1,5% como préstamos al Estado -que se devolverá con reajustes e intereses al jubilar- y un 2,5% para el Seguro Social.
Este último pagará la nueva compensación para las mujeres por las mayores expectativas de vida y el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).
LAS OTRAS APROBACIONES
La Comisión de Trabajo visó también una serie de puntos que ya estaban acordados. Uno de ellos, el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU). Se resolvió su incremento a $250 mil, primero para los mayores de 82 años y luego para todos aquellos con 65 años o más.
También se aprobó el ingreso de nuevos actores a competir en la inversión de los fondos de pensiones, como AGF no bancarias, cajas de compensación y cooperativas.
Asimismo, se dio el visto bueno al nuevo esquema de «premios y castigos», en base a la rentabilidad de los fondos, con el objetivo de profundizar la competencia.
Pero uno de los cambios más importantes con respecto a la industria tiene que ver con la licitación de stock, que también fue visada por la Comisión.
Con esto, cada dos años se licitarán grupos de afiliados aleatorios que estén en el sistema. Con ellos se quedará la administradora que ofrezca la menor comisión. Solo podrán participar, en todo caso, las AFP que tengan a menos del 25% de los afiliados.
SOSTENIBILIDAD FISCAL
Uno de los puntos más cuestionados de la iniciativa tiene que ver con los costos del proyecto y sus sostenibilidad fiscal.
En esta instancia, los senadores recibirán al Consejo Fiscal Autónomo (CFA), que ha estado recopilando opiniones de expertos y escuchó a la Dirección de Presupuesto (Dipres).
El estrés fiscal, piensan algunos, podría haberse intensificado en la iniciativa, toda vez que se redujo el requisito de 13 a 10 años cotizados para que las mujeres accedan al beneficio por año cotizado.
Otro de los puntos de la reforma de pensiones que podría concitar la discusión es el del impuesto a las Pymes. Estas han señalado que la nueva cotización les significaría una carga importante.
Con esto en cuenta, desde Chile Vamos solicitaron al ministro de Hacienda, Mario Marcel, evaluar una rebaja en el impuesto de primera categoría que le corresponde a las pequeñas y medianas empresas, desde 25% hasta 12,5% por los próximos 3 o 4 años. El titular de la cartera comprometió una respuesta durante el trámite en la Comisión.
