Este viernes, el exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, y el exdiputado Marco Enríquez-Ominami (ME-O) sostuvieron una reunión en la vivienda de Jadue, en la que abordaron el panorama presidencial y la posibilidad de articular un proyecto de unidad política.
El encuentro, coordinado con antelación se extendió por dos horas y tuvo lugar mientras Jadue cumple arresto domiciliario total, en el marco de la investigación por presuntos hechos de corrupción ligados a la Asociación de Farmacias Populares (Achifarp).
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Fuentes cercanas a la conversación indicaron que ambos líderes políticos coincidieron en la necesidad de construir una plataforma amplia que convoque al progresismo, la izquierda tanto dentro como fuera del gobierno y el mundo ecologista.
«Se busca conformar un proyecto de país con vocación de poder y de mayoría, con una identidad y programa realmente transformador», señalaron.
CRÍTICAS AL «LAWFARE»
Otro de los puntos discutidos en la reunión fue la denominada «guerra judicial» o lawfare, término con el que ambos dirigentes han calificado las acciones legales en su contra.
Tanto Jadue como Enríquez-Ominami han argumentado que han sido víctimas de persecución política y judicial en distintos momentos de sus trayectorias.
El diálogo entre Jadue y MEO ocurre en un contexto de reconfiguración de fuerzas dentro de la izquierda chilena, con miras a las elecciones presidenciales y el inicio de un nuevo ciclo político en el país. La posibilidad de una candidatura de unidad y la articulación de un proyecto de mayorías podrían marcar el rumbo de los próximos comicios.
