La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó el presupuesto para 2025 del ministerio de Salud, pero dejó fuera las terapias hormonales, y eso es lo que acaba de ratificar la sala del Senado.
La iniciativa buscaba financiar los tratamientos para menores de edad con disforia de género.
El Ejecutivo intentó llegar a un acuerdo con parte de la oposición. Plantó que fueran los padres de los menores de 18 años quienes tuvieran la decisión final sobre aplicar o no la terapia hormonal en los niños, niñas y adolescentes.
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FUERA DE PLAZO
Sin embargo, un problema de forma en la discusión impidió que se aprobara.
Ello, porque senadores de Demócratas propusieron una indicación que quitaba la figura de un tribunal para decidir si había discrepancias entre el menor de edad y sus padres. Dejaba la decisión final derechamente a los padres.
El problema fue que la indicación fue ingresada fuera de plazo. Con eso, senadores de la UDI y Rojo Edwards no dieron la unanimidad para que se pudiera votar.
En consecuencia, la sala del Senado votó la misma indicación que había sido vetada por la Cámara baja y la rechazó el financiamiento para terapias hormonales con 22 votos en contra y 20 a favor la iniciativa.
CONSENTIMIENTO DE LOS PADRES
La decisión generó debate entre los parlamentarios sobre el consentimiento de los padres, el acceso a estos tratamientos hormonales y el programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG) del ministerio de Desarrollo Social.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, aclaró que “en Chile no se permite ningún tratamiento médico a un menor sin el consentimiento de los padres. Ningún tratamiento, ni hormonas, cirugías, nada se puede hacer en un menor sin el consentimiento escrito de los padres».
Añadió que había una confusión con el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género.
Aclaró que ese «no es un tratamiento médico. Es un acompañamiento sicosocial donde trabajan sicólogos y trabajadores sociales en un acompañamiento a los niños que pueden tener disforia de género, que si se puede presentar desde una niñez temprana, pero no incluye medicamentos”.
«TRATO DISCRIMINATORIO»
El senador del Partido Social Cristiano Rojo Edwards, en cambio, retrucó diciendo que con las terapias hormonales «no conocemos cuáles son los efectos que va a tener en el futuro y que, finalmente, los niños pueden terminar sufriendo consecuencias”.
Por su parte, Felipe Kast, de Evópoli, planteó que «me sorprende que hayamos votado en contra de una indicación que lo único que hacía era eliminar todo tipo de noticias falsas que se dan cuenta en las redes sociales tratando de incitar de que aquí no se le pediría el consentimiento a los padres».
«Somos nosotros los que hemos defendido que en cualquier tema, tanto médico como educacional, son los padres los que tienen que decidir. Porque son los que velan por el mayor interés de los niños. Aquí agrega que ni siquiera los padres lo pueden decidir por sí solos; tiene que ser con un médico», agregó.
A su juicio, no aprobar la moción representaba un trato discriminatorio.
«Lo que va a ocurrir es que solamente aquellos que tengan el bolsillo para poder financiar aquello van a poder efectivamente acceder a este tipo de tratamiento y, sinceramente, creo que si hay algo doloroso es a aquellas familias que les toca padecer esta situación», enfatizó.