Tras varios días de polémica, la senadora Isabel Allende (PS) rompió el silencio tras la fallida compraventa de la casa de su padre, el ex Presidente Salvador Allende.
Lea También: Republicanos exige renuncia de ministra Maya Fernández
La legisladora, acompañada de senadores y diputados del Partido Socialista, leyó una declaración de la familia, que diversos medios de comunicación habían compartido el día anterior.
En esa línea, la parlamentaria comunicó que «hemos entregado el mandato necesario para que efectivamente se rescinda del compromiso que establecimos» y enfatizó que «toda la actuación de la familia fue de buena fe y, si surgieron observaciones, tendremos que tomarlas en cuenta».
ALLENDE RESPONDE A REPUBLICANOS
En relación al requerimiento que el Partido Republicano y otras fuerzas de oposición planean presentar ante el Tribunal Constitucional, solicitando su cese en el cargo por presuntamente haber incumplido la Constitución —debido a la prohibición para los legisladores de celebrar contratos con el Estado—, declaró que «están en su pleno derecho. Como está en su pleno derecho, por supuesto, como familia o, en este caso, como senadora, defendernos».
«Para este caso, entregamos también un mandato al abogado Gabriel Osorio para que nos represente como familia. Y así como ellos pueden ir al Tribunal Constitucional, para nosotros será el momento, entonces, también, de que se conozcan los hechos, poder defendernos», agregó.
Finalmente, sostuvo que «nunca estas familias se han visto envueltas en negocios, en conflictos de intereses, en lucros, en negociados, ni en nada. Creo que tenemos una dignidad que ha sido reconocida aquí y afuera».
En este contexto, la legisladora se negó a responder preguntas de los medios de comunicación. «Ya será el momento en que podemos contestar muchas preguntas, dudas o respuestas», señaló. Incluso, fue resguardada por senadores del Partido Socialista para impedir que la prensa pudiera acercarse a ella.