El Partido de la Gente (PDG) se encuentra viviendo tiempos difíciles luego de que el Servicio Electoral de Chile (Servel) objetara gastos por $218 millones de la candidatura de Claudio Rojas, quien postuló a la Gobernación de la región Metropolitana el año pasado.
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Cabe recordar que a fines de mayo de este 2025, Rojas interpuso un reclamo ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) para revertir la resolución del organismo electoral estatal.
Según consignó El Mercurio, en la resolución del Servel se lee que hubo “inconsistencias u omisiones en su contabilidad” por parte del administrador electoral de Rojas, Miguel Azar, quien declinó conversar con el citado medio.
EXADMINISTRADOR
El Servicio detectó también que el exadministrador había delegado funciones administrativas a un “equipo que trabaja a su disposición” -posiblemente, una secretaria del partido-, cuando la ley electoral detalla que dichos trabajos son de carácter unipersonal.
Al respecto, Rojas se defendió señalando en su reclamo que nunca había podido imaginarse o prever el tipo de errores en los que incurriría Azar en la administración electoral de su candidatura.
El citado medio añade que otro informe presentado por Azar sobre sus funciones fue calificado por el Servel como insuficiente, pues no quedaban claras las labores específicas que realizó, ni entregó los datos suficientes para acreditar los millonarios gastos de la campaña
Si el reclamo presentado por Rojas al Tricel no obtiene buenos resultados, el Partido de la Gente podría perder reembolsos por un total de $378 millones de su campaña; cifra que incluye boletas por un total de $7 millones que el exadministrador pretendía cobrar por su servicio.
NO ES LA PRIMERA VEZ
El año pasado el PDG también tuvo problemas al rendir sus cuentas al órgano electoral. Tal como expuso un reportaje de Ciper, el partido perdió $628 millones de aportes estatales debido a varias objeciones del Servel a su balance del 2022.
El Mercurio recogió que Rodrigo Vattuone, presidente del partido, señaló que dicho balance no se aprobó a tiempo pues presentaron “un inconveniente en la justificación del gasto”.
Así, y tras las millonarias pérdidas acumuladas, Vattuone reveló que no han podido ni siquiera arrendar una sede para el PDG. La última casa que les sirvió de base fue desarrendada hace más de un año.
El presidente del partido concluyó que hoy obtienen recursos a través de aportes voluntarios de sus militantes, y que sus reuniones son en modalidad online o en domicilios que los mismos militantes facilitan.
