La disputa judicial por la fallida compra de la Clínica Sierra Bella entró en un nuevo terreno: el comunicacional. Inmobiliaria San Valentino acusó al alcalde de Santiago, Mario Desbordes, de instalar “relatos engañosos” sobre el caso y transformar un litigio civil en un conflicto político que, según la empresa, busca desviar la atención de la crisis financiera del municipio.
A través de un documento dividido en seis puntos, la compañía afirmó que el jefe comunal “falta a la verdad” al insistir en que existiría un delito penal en la compraventa del establecimiento. La inmobiliaria recordó que esa arista ya fue resuelta por los tribunales y cuenta con una sentencia ejecutoriada, subrayando que “no es la Municipalidad, sino la justicia, quien ordenó inscribir la propiedad”.
LA DISPUTA POR EL RELATO
San Valentino acusó al alcalde de “litigar por la prensa” y de intentar instalar una versión pública que contradice resoluciones judiciales ya firmes. Según la empresa, esta estrategia busca “presionar a la justicia” y reforzar políticamente la idea de que la actual administración estaría defendiendo el patrimonio municipal frente a abusos del sector privado.
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En ese tono, la compañía recalcó que incluso en la discusión sobre los embargos, uno de los puntos más sensibles para el municipio, la resolución judicial establece que los bienes de la Municipalidad son en general embargables, y que solo se excluyó una cuenta corriente específica. “Decir que no hay bienes embargados es derechamente falso”, señalaron.
MUNICIPIO BAJO PRESIÓN FINANCIERA
La inmobiliaria acusó al municipio de mantener sus cuentas embargadas durante semanas sin presentar recurso alguno y luego denunciar públicamente esa misma situación, en lo que la empresa describe como una maniobra comunicacional para ocultar que el contrato sigue siendo válido y se está ejecutando ante la justicia civil.
El 19° Juzgado Civil, recordaron, ya declaró incompetencia en algunas solicitudes municipales, lo que para la empresa evidencia un intento de reabrir puntos ya zanjados.
CHOQUE DIRECTO CON DESBORDES
Uno de los dardos más duros se dirigió a las declaraciones del alcalde sobre la tasación realizada por la fiscalía. San Valentino acusó a Desbordes de afirmar algo “que sabe que no es cierto”, calificándolo como un hecho más grave tratándose, dicen, de un abogado.
Además, la inmobiliaria criticó la orden de no pagar un vale vista asociado a la operación, señalándola como una actuación “gravísima” que “pone en riesgo el Estado de Derecho”.
UN CONFLICTO CON RESONANCIA POLÍTICA
En su comunicado, la empresa trazó paralelos entre la actitud del alcalde y el histórico “Caso Basura”, insinuando que de ese episodio provendría la desconfianza del jefe comunal hacia las resoluciones judiciales. Ese contraste elevó el tono político de una disputa que comenzó bajo la administración de Irací Hassler cuando se intentó comprar la clínica por $8.200 millones, antes de que se detectara un sobreprecio.
Desde entonces, San Valentino logró judicialmente que el Conservador de Bienes Raíces inscribiera la propiedad a nombre de la Municipalidad, lo que abrió un nuevo capítulo: el reclamo del pago total de la operación en medio del estrecho presupuesto del municipio.
A pesar de que Desbordes celebró recientemente un fallo que declaró inembargables los fondos de una cuenta específica, la resolución del 20º Juzgado Civil dejó claro que otros bienes municipales sí pueden ser embargados. En otras palabras, el conflicto sigue vivo en los tribunales y, cada vez más, también en la arena política.







