El resultado de la elección fue un golpe difícil para el Socialismo Democrático.
En la coalición que reúne al Partido Socialista (PS) y al Partido Por la Democracia (PPD) sabían que la contienda presidencial se desarrollaría en un escenario adverso para la izquierda, con una derecha fortalecida.
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Sin embargo, no anticipaban que el desempeño de su candidata, Jeannette Jara —militante del Partido Comunista (PC)— sería tan bajo. La exministra del Trabajo alcanzó apenas un 26,85% de los votos, superando por menos de tres puntos a José Antonio Kast (Partido Republicano), quien obtuvo un 23,92%.
GABRIEL BORIC
Se trata del peor rendimiento de la izquierda en una primera vuelta en décadas. En 2021, Gabriel Boric alcanzó un 25,83% y se sumó al 11,6% de Yasna Provoste (DC), logrando entre izquierda y centroizquierda un 37,43%. En 2017, Alejandro Guillier obtuvo un 22,7% y Beatriz Sánchez (Frente Amplio) un 20,27%, totalizando un 42,97%.
Con ese contexto, en el Socialismo Democrático se instaló con fuerza la idea de que el bajo apoyo a Jara tiene un responsable: la administración del Presidente Boric.
Juan Luis Castro, jefe de bancada del PS en el Senado, señaló que La Moneda y el PC “fueron un problema” para la campaña, advirtiendo que hacia la segunda vuelta se requerirá un replanteamiento del programa y una mayor llegada a sectores más amplios que la izquierda tradicional para competir de manera real en el balotaje.
DIAGNÓSTICO
El diputado Jaime Araya (PPD e independientes), recientemente reelecto, coincidió con el diagnóstico. A su juicio, la estrategia de instalar que Jara era “la candidata del Presidente” terminó perjudicándola, especialmente en regiones donde existe un fuerte rechazo al proyecto de Boric. Añadió que, pese a las advertencias del comando, el Mandatario insistió en intervenir durante la campaña, lo que se transformó —afirmó— en “el peso muerto” que Jara debe cargar.
El temor de fondo dentro del Socialismo Democrático es que Boric esté proyectando una futura candidatura para 2029 y que, con ese objetivo, la eventual llegada de Kast a La Moneda le resulte políticamente conveniente.
El senador Pedro Araya (PPD) fue más directo: sostuvo que durante la campaña Jara “tuvo que pelear más con el PC y con el gobierno que con la derecha”, debido a una serie de errores del Ejecutivo. A su juicio, el Frente Amplio estaría apostando a una derrota de Jara para impulsar su propio diseño político a futuro. También criticó las intervenciones del Presidente, quien reiteradamente respondió a Kast a pesar de las advertencias del comando de la candidata.
CANDIDATA
En la misma línea, el senador socialista Fidel Espinoza escribió en X que, pese a contar con una buena candidata, el resultado representa una derrota marcada por un gobierno “nefasto para Chile” y por autoridades que, en su opinión, han frenado el crecimiento económico.
Gastón Saavedra, también senador del PS, llamó al Ejecutivo a concentrarse en gobernar y a permitir que Jara despliegue su campaña sin interferencias. A su juicio, los resultados obligan a ajustar tanto el proyecto como el programa de cara a la segunda vuelta.
Incluso desde el propio PC surgieron reparos. El senador comunista Daniel Núñez sostuvo que Jara debe marcar distancia del gobierno, del cual fue parte hasta abril. Reconoció que, aunque valora los esfuerzos del Presidente Boric, los resultados de la administración han sido “muy modestos” respecto de las expectativas ciudadanas, por lo que un eventual gobierno de Jara debe comprometerse a hacerlo “mucho mejor”.







