Las diferencias dentro del oficialismo respecto a la situación en Venezuela volvieron a quedar en evidencia tras la reciente escalada diplomática entre ambos países.
La controversia se agudizó luego de que el régimen de Nicolás Maduro exigiera el retiro del personal de los consulados chilenos en Caracas y Puerto Ordaz, decisión que generó una dura respuesta por parte del Ejecutivo.
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Desde Uruguay, donde realiza una visita oficial, el presidente Gabriel Boric se refirió a esta situación y afirmó que “con Venezuela hoy día, por decisión del gobierno de Venezuela, no hay relaciones”, calificando la postura de Maduro como “caprichosa”.
Además, aseguró que Chile no caerá en provocaciones y continuará guiándose por el respeto al derecho internacional.
MALESTAR DEL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO CON EL PC
Estas declaraciones las respaldaron diversos sectores del oficialismo, aunque en el Partido Comunista (PC) persiste una posición ambigua sobre el régimen en Venezuela, lo que ha generado incomodidad en otros partidos de la coalición.
El senador Juan Luis Castro (PS) emplazó al PC a adoptar una postura más clara y alineada con la del presidente Boric. “El Partido Comunista debiera imitar al Presidente de la República y respaldarlo sin ambigüedades, sin dejar duda alguna de que el régimen de Maduro, a todas luces, es antidemocrático”, sostuvo.
DEFENSA DEL PC
El secretario general del PC, Lautaro Carmona, respondió a las críticas asegurando que su partido no busca protagonismo en le tema y que su postura es clara.
“No somos los representantes de Venezuela en Chile ni nos corresponde evaluar el liderazgo de ese país”, afirmó.
A pesar de esta declaración, la falta de una condena explícita al régimen de Maduro por parte del PC sigue generando roces dentro del oficialismo, reflejando las diferencias en la visión política sobre la crisis venezolana y su impacto en la política exterior.
