“Si alguien intentara prender una llama como esta nuevamente, en un potencial gobierno de José Antonio Kast, puede haber acciones violentas, pero creo que no hay ninguna posibilidad que sostenga un apoyo ciudadano por meses como tuvo el estallido, ninguna”, afirmó la ex ministra del Interior Carolina Tohá.
Lo dijo en una charla sobre los dilemas del progresismo frente al orden público, en Inglaterra, en la London School of Economics (LSE), hasta donde llegó invitada por el decano del Instituto de Políticas Públicas, Andrés Velasco.
Respecto de la temática del conversatorio, describió que «es demasiado elocuente que este es un tema incómodo. Cuando ocurre un crimen grave que sacude y remueve al país, se agolpan en los micrófonos los dirigentes políticos de derecha y conservadores, pero los otros se ocultan en un rincón y discuten qué hacemos, qué decimos, que piensas tú».
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«Ahí hay un cambio que hacer, definir qué importancia tiene esto en un proyecto progresista de sociedad”, recalcó la exprecandidata presidencial según publicó Ex-Ante.
«FUE MUY EXCEPCIONAL»
Consultada si considera que existen las condiciones para que en un eventual gobierno de José Antonio Kast se repita un estallido como el que ocurrió el 2019, Tohá precisó que la principal explicación de lo que ahí sucedió «es un efecto mariposa. Es una cosa que mueve otra cosa y gatilla otra, pero no hay un plan, no hay una coherencia, no hay una planificación».
«Se pliega el movimiento social, grupos radicales, barras bravas y delincuencia. Y esto con simpatía ciudadana, que duró meses», agregó.
«Una vez que tú empiezas a ver que existe este efecto y que pueden darse esta dinámicas, no es algo que uno pueda excluir, que eso vaya generando una enseñanza para estar provocando, extendiendo estas llamas, digamos, intentando que prendan», afirmó.
Sin embargo, Tohá consideró poco probable que pueda ocurrir un nuevo estallido en un eventual gobierno del republicano José Antonio Kast.
“O sea, la sociedad chilena hizo esa experiencia, no sacó en blanco una lección exitosa de aquello y no creo que hoy día vaya a sustentar una agenda de ese tipo”, aseveró.
“De hecho, fue muy excepcional. Quienes conocen a Chile, Chile es un país con mucha vocación por el orden, con muy poca resistencia al caos, a la improvisación, y que haya apoyado un movimiento de este tipo por tantos meses fue totalmente excepcional, inesperado. Creo que es muy difícil que algo así se repita”, afirmó.
«YA NO QUERÍA REFUNDACIÓN»
Tohá también se refirió al gobierno del Presidente Gabriel Boric y el enfoque de la izquierda el debate sobre la delincuencia.
“Es muy complicado que las ideas progresistas vean con tanta distancia los problemas de seguridad y se limiten a decir que se van a resolver cuando el mundo sea justo y cuando la gente tenga la seguridad económica social”, sostuvo.
Describió, también, que “el gobierno del Presidente Boric fue electo en 2022 con una agenda refundacional de cambios radicales, con una distancia y una posición muy crítica con las policías, con una cierta simpatía con los movimientos radicales, muchos de los cuales tenían agendas violentas”.
“A los pocos meses, vino la primera sentencia que decía que en Chile está el Tren de Aragua, en ese mismo período comenzó a haber las primeras distancias con los grupos radicales. Lo primero que hizo la ministra del Interior (Izkia Siches) fue ir a dialogar a una comunidad radicalizada que está vinculada a acciones violentas, fue con toda su escolta, y la recibieron a balazos”, recordó.
“Y empezó a ver la realidad que un gobierno a cargo del orden público tiene que hacerse cargo del orden público y no puede simpatizar con aquello que lo vulnera”, añadió.
Según Tohá, la sociedad ya no solo no quería refundación sino que quería seguridad y estabilidad, y tras el rechazo a la propuesta constitucional de 2022 vino el cambio de gabinete “y buscar un acuerdo con la oposición para una agenda de seguridad viable que no estaba concebida el programa”.
