Para la ministra del Interior, Carolina Tohá, el proceso constitucional que vivió Chile en 2022 fue el episodio “más bochornoso que hemos tenido en la historia las izquierdas chilenas”.
Lo dijo en el conversatorio “¿Heredar o transformar? El futuro de la centroizquierda en Chile”, organizado por la Nueva Acción Universitaria (NAU), movimiento de estudiantes de la Universidad Católica.
Al respecto, a los presentes les pidió “sacar aprendizajes de los porrazos más recientes”.
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“Nos farreamos la oportunidad más grande que habíamos tenido en la vida”, aseguró.
“A la generación de ustedes les toca hacer ese aprendizaje (del proceso constitucional), a mí me tocó ser la generación que le tocó hacer el aprendizaje del golpe de Estado”, agregó Tohá.
EL PROGRESISMO
La secretaria de Estado reflexionó en el conversatorio sobre el futuro del progresismo.
A su juicio, este “no puede ser una lista de reivindicaciones”, pues “la forma en que se alimenta un proyecto progresista es la idea de cohesión, de que todos somos responsables por todos, de que nadie puede hacer una vida exitosa o de loco si se desentiende de su entorno”.
“No basta con atacar nuevos problemas y darles respuestas o nuevas causas y darles respuesta, tiene que generarse una manera de hacer sostenible la idea de una sociedad cohesionada, donde las identidades son mucho más dispersas”, aseveró la secretaria de Estado.
Tohá explicó que el individuo es mucho más complejo, por lo que “a ese tipo de sujeto, que es más variado, más autónomo, tenemos que proponerle una sociedad, no solamente una solución a sus problemas”.
Afirmó que “a la mayoría de los chilenos y las chilenas es que a su cotidianidad, a sus preocupaciones, a sus gustos, les hablamos muy poco, preferimos hablarles a grupos pequeños, temáticas particulares, que están preocupados de temas específicos. No nos sentimos muy identificados con su manera de ver el mundo, con sus dolores”.
LA CLASE TRABAJADORA
También Tohá se refirió a la clase trabajadora.
A su juicio, «no sienten que están al lado de ellos, sienten que a veces los desprecian un poco».
«Ese sujeto trabajador ya no es como antes, no es tan caracterizado, es mucho más complejo, mucho más autónomo, tiene identidades variadas, pero tenemos que lograr hablarles y proponerles una sociedad, no solamente medidas, nichos, causas», afirmó.
«Hay una necesidad de hacer un progresismo que conecte de nuevo con ese mundo mayoritario, que son las personas que viven de su trabajo, que enfrentan problemáticas todos los días y para los cuales tiene que haber respuestas progresistas, pero respuestas», enfatizó la ministra.
Para Tohá «la respuestas no pueden ser aguántese, así no más le tocó, no me venga a reclamar por eso o retrógrado, como muchas veces la izquierda les había dicho a esas personas».