La acusación constitucional contra el exministro de Energía, Diego Pardow, entró en una fase inesperada: su simple notificación se transformó en un conflicto político. A 24 horas de haberse ingresado el libelo, la Cámara de Diputados no ha logrado ubicar al exsecretario de Estado para entregarle el documento que activa los plazos legales de defensa.
La situación, aparentemente administrativa, tiene un efecto directo: mientras Pardow no sea notificado, el proceso no avanza. Y para la oposición, que busca que la acusación sea votada antes de las elecciones del 16 de noviembre, cada día cuenta.
Lea también Matthei respalda a su vocero que tildó de «atorrantes» al Gobierno
Según el procedimiento, el aviso debe ser entregado personalmente, ya sea en el domicilio o lugar de trabajo del acusado. Pero tras dejar el gabinete, el Ministerio de Energía dejó de ser una dirección válida, y el ministro de fe enviado por la Cámara no ha logrado encontrarlo en su residencia particular. En lenguaje jurídico, Pardow “no ha sido habido”.
Frente a este escenario, la Cámara aplicará este miércoles el mecanismo alternativo previsto en el Código de Procedimiento Civil: entregar la notificación a cualquier adulto en el domicilio o fijar un aviso en la puerta. Incluso se evalúa pasar el documento por debajo de la entrada para dejar constancia de la gestión.
UDI DENUNCIA OCULTAMIENTO
Para Chile Vamos, la demora no es casual. La UDI acusa al gobierno de «esconder» al exministro para evitar que el proceso avance antes de los comicios.
“El gobierno está escondiendo al exministro Pardow. Aunque se esconda, lo vamos a notificar”, afirmó el diputado Jorge Alessandri.
Gustavo Benavente (UDI) fue más allá: sostuvo que la demora busca que el libelo no alcance a votarse antes del 16 de noviembre.
Mientras que Sergio Bobadilla calificó la situación como “una maniobra opaca” para impedir que Pardow enfrente su “responsabilidad política”.
Desde el oficialismo, en cambio, argumentan que el exministro está ejerciendo su derecho a defensa y que la Cámara debe respetar los plazos y procedimientos establecidos.
UN CHOQUE DE ESTRATEGIAS
Lo que comenzó como un trámite formal se transformó en una disputa por el relato público:
- Para la oposición, la demora refuerza la idea de evasión.
- Para el oficialismo, la insistencia por acelerar el proceso revela un objetivo electoral.
En medio del cruce, la acusación sigue pendiente y la Cámara deberá forzar el mecanismo de notificación para no retrasar el calendario.
Lo que ocurra en las próximas horas definirá si el libelo llega —o no— al hemiciclo antes de la elección presidencial.






