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Una primaria para Matthei: la estrategia de Chile Vamos

Teresa Frías K.

Matthei ha tratado de mantenerse firme, incluso proponiendo una primaria con Kast y Kaiser, figuras de la extrema derecha.

Las duras críticas que se levantaron contra Evelyn Matthei, luego de realizar unas polémicas declaraciones respecto al Golpe de Estado de 1973 y justificar los muertos durante los primeros años del régimen pusieron a Chile Vamos en un vaivén.

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Esto llevó incluso a suspender una convocatoria con personeros y alcaldes de Chile Vamos quienes anunciarían primarias. Aunque en la interna se trata de bajarle el perfil a los dichos, lo cierto es que en el recuento de los daños fue inmenso el impacto.

La exalcaldesa y actual candidata presidencial del sector ha protagonizado declaraciones que, lejos de fortalecer su posición, han avivado las divisiones en la derecha y han puesto en jaque la intención de consolidar una primaria que unifique a las fuerzas opositoras.

LA ESTRATEGIA DE UNA PRIMARIA

La estrategia de Matthei, que apunta a hacer una campaña más dura y centrada en la derecha, puede tener costos políticos importantes. La candidata parece jugar en una cuerda floja: por un lado, necesita consolidar su base en la derecha más dura; por otro, debe evitar que esas posiciones la alejen de los sectores moderados y democráticos que aún pueden ser decisivos en las elecciones.

La candidatura de Matthei plantea desafíos para Chile Vamos, que debe equilibrar su liderazgo en las encuestas con las controversias que la rodean. Su enfoque en temas de seguridad y su estilo directo pueden atraer a ciertos votantes, pero también corren el riesgo de alinear a otros sectores del electorado.

La coalición enfrenta la tarea de definir si su liderazgo es el camino a seguir o si es necesario buscar una alternativa. Esto también incluye disponer de una vocería única que represente mejor las aspiraciones que tienen.

Más aún, sus declaraciones respecto a la eventual participación de Francisco Chahuán, y su mención de que la decisión de este último depende de su partido, evidencian un escenario donde las alianzas y las decisiones internas de los partidos de la derecha están en plena negociación, pero también en tensión.

RN desechó realizar unas primarias solo con el exalcalde de La Florida Rodolfo Carter, quien se había autoimpuesto como plazo la semana pasada para tener una respuesta, de lo contrario, advirtió que tomaría otro camino fuera del bloque, como candidato a senador del partido liderado por Arturo Squella.

En Chile Vamos, además, hicieron lo posible por sumar a Ximena Rincón (Demócratas) a una primaria, sin embargo, su partido no está constituido a nivel nacional, por lo que no puede ser candidata. Con ese nombre desechado, sondearon a Harold Mayne-Nicholls e incluso se reunieron con él. No obstante, él se negó a esa opción debido a que dijo que su domicilio político no está ni en la izquierda ni derecha y prefiere seguir juntando firmas para ir directo a la primera vuelta presidencial

POSTURA HACIA EL EXTREMO O QUEDARSE EN EL CENTRO

La candidata ha tratado de mantenerse firme, incluso proponiendo una primaria con José Antonio Kast y Johannes Kaiser, figuras que representan los sectores más extremos de la derecha, y a quienes ha invitado a participar hasta el último día.

Desde un análisis político, la estrategia de Matthei refleja una realidad: en un contexto donde la derecha se ha escorado hacia posturas más extremas, su posición en el centro se ve cada vez más amenazada. El análisis de expertos indica que, si logra pasar a segunda vuelta, su victoria sería clara, ya que el electorado de izquierda y centroizquierda probablemente votaría por el “mal menor”. Sin embargo, en primera vuelta, su principal obstáculo es la fragmentación y la competencia interna, en especial con figuras como Kast y Kaiser, que suman un respaldo importante en el sector más duro de la derecha.

Tal como lo analiza el exdiputado Pepe Auth: «Este escenario favorece a los candidatos más radicalizados y le otorga espacio para que el oficialismo, con su propia estrategia, recupere terreno. La postura de Matthei, que algunos consideran como un intento de posicionarse en el centro, puede terminar jugando en contra si profundiza la división interna y aleja a los votantes moderados que buscan una opción más centrista y conciliadora».

Por su parte, el analista político Patricio Gajardo aseguró que «hay un cierto pánico también a lo que está significando la derecha alternativa y que logra un pacto parlamentario y que dio una demostración de unidad que tiene que estar generando problemas dentro de Chile Vamos y de los distintos partidos de Chile Vamos para intentar generar entonces, por lo menos, tener».

«No creo que sea un beneficio si esa primaria no tiene densidad, densidad en términos de que permita a candidatos realmente competitivos participar para que se logre, digamos, darle fuerza y energía a una candidatura que se nota, te insisto, como fuera de no saber hacia dónde dirigirse, a pesar de que va primero en las encuestas», dijo Gajardo a Está Pasando.

LO TORPE Y GRAVE DE SU ESTRATEGIA

Sus dichos no sobre lo «inevitable» del golpe, que puede ser opinable, sino acerca de la masacre de compatriotas que justificó (que es inmoral). O sea desde Paulina Núñez a una media docena de personeros de derecha la sacaron al pizarrón. Que la izquierda la cuestione o la DC la encare, es natural, pero recibió fuego de su sector y eso acredita lo torpe y grave de su estrategia por quitarle votos a Kast y Kaiser.

Pero lo cierto es que esa frase no solo representa una posición cerrada, si no más bien pasar «gato por liebre» al electorado. A quienes piensan que aquí existen conversaciones internas, de llegar  a un consenso. Pero no es más que una forma «trucha» de posicionar una candidatura, en este caso la de Matthei. La gran «estafa política» de una primaria trucha

Se eligen «pececitos» para darle poder a un tiburón, el que a estas alturas se encuentra más al borde del precipicio que en el fondo del mar.

Marta Lagos directora de MORI Chile apunta que «la expresión ‘muertos inevitables’ no se la quita nadie. Y por esto me acuerdo de Daniel Jadue, donde todo el mundo decía ‘va fantástico, va como avión’. Katapúm, aparece Boric. En la derecha no es imposible que la gente elija a otro candidato. Da la impresión de que la derecha democrática dejó de existir, porque tenemos la posición de Kaiser y Kast, que han sido honestos en decir lo que piensan, ¿pero toda la derecha está con ellos?.  Yo creo que existe una derecha democrática, pero que ayer se quedó sin liderazgos».

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