El fiscal nacional, Ángel Valencia, dijo que son los fiscales los que decidirán que normas legales se aplicarán en la causa derivada del ataque a la central hidroeléctrica Rucalhue, en la región del Biobío.
El pasado domingo fue foco de un atentado incendiario por parte de un grupo de desconocidos, con un saldo de 47 camiones y cuatro equipos de maquinaria destruidos.
Frente a ello el Gobierno decidió invocar por primera vez la Ley Antiterrorista.
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Hoy, en conversación con radio Pauta el jefe del Ministerio Público especificó que «el Gobierno puede presentar las querellas que conforme a sus atribuciones pueda presentar y poder emitir las opiniones jurídicas que conforme a sus atribuciones puede emitir, pero finalmente son los fiscales los que definen en principio cuál es la ley aplicable».
Aseguró que estos «podrían incluso haber estimado que la Ley Antiterrorista es aplicable en este caso, haya o no presentado el Gobierno alguna querella».
«En definitiva son los fiscales los que van a hacer una primera aproximación o un primer planteamiento respecto de si es o no procedente de la aplicación de la Ley Antiterrorista y luego van a ser los tribunales los que estimen si resulta o no resulta pertinente aplicarla», añadió.
¿REACTIVACIÓN DE GRUPOS VIOLENTOS?
Valencia mencionó dijo que «es plausible pensar» que el ataque a Rucalhue es una señal de que se pudieran estar «reactivando» los grupos violentos en la zona del Biobío aquello. «Pero son las diligencias las que en definitiva van a establecer si es eso lo que está ocurriendo u otra cosa», aclaró.
«Es una investigación que está comenzando y hasta donde se sabe, ningún grupo se lo habría adjudicado. Tampoco hay lienzos que permitan entender cuál es el propósito de la finalidad última de esa acción, aunque uno puede, por la forma como se cometió, sacar algunas conclusiones acerca de cuál sería el fin de los actos», concluyó el fiscal.
«FOLCLOR FUTBOLERO»
El fiscal nacional también abordó los hechos de violencia vinculados al fútbol y el funcionamiento de las barras bravas.
«Entre algunas barras hay grupos enquistados que, por su actuar, más bien usan el apoyo a un club como pretexto para cometer acciones criminales, para el narcotráfico u otros delitos con los que sostienen su modo de vida», sostuvo.
En ese sentido, añadió que «me preocupa culturalmente la normalización de ciertos hechos que son probablemente delictivos y graves».
«Me preocupa la normalización de ciertos hechos delictivos solo porque se cometen en el contexto estadio. Por ejemplo, intimidar a alguien y quitarle la camiseta de otro equipo no es folclor futbolero, es un robo con intimidación», advirtió.
Valencia recalcó que la Fiscalía aún no ha implementado focos investigativos robustos en esta área, pero que están evaluando hacerlo. “Estamos recogiendo información para entender bien el fenómeno y ver si podemos cambiar nuestro proceso de trabajo”, aseveró.
Sobre la relación entre clubes y estos grupos, no descartó eventuales responsabilidades.“Eso tendría que establecerse con una investigación. No puede descartarse de plano”.