Votos nulos/blancos y abstención: la base para leer la segunda vuelta
La primera vuelta presidencial dejó cifras que serán clave para interpretar lo que ocurra en la segunda vuelta. No solo por quién gana, sino por cómo vota Chile.
En la elección del 16 de noviembre, el padrón electoral superó los 15,7 millones de personas. De ese universo, 13,47 millones emitieron sufragio, lo que confirma una alta participación bajo el régimen de voto obligatorio.
Sin embargo, no todos esos votos fueron válidos.
Los votos que no eligieron
Según los resultados oficiales del Servel, la primera vuelta registró:
361.403 votos nulos (2,68%)
141.989 votos en blanco (1,05%)
En conjunto, más de 503 mil personas acudieron a votar, pero no optaron por ninguna candidatura.
Ese 3,7% del electorado efectivo constituye un bloque relevante, especialmente en un balotaje estrecho.
La pregunta que queda abierta es evidente: ¿esos votos se activarán hoy, o se mantendrán como voto de castigo?
Abstención: la incómoda constante
Aunque el voto es obligatorio, la abstención sigue existiendo.
Más de 2,3 millones de personas no concurrieron a votar en primera vuelta, exponiéndose a sanciones.
Ese grupo —junto a los votos nulos y blancos— representa un bolsón silencioso que puede crecer o reducirse en segunda vuelta, dependiendo del clima político y de la credibilidad de las candidaturas.
Voto en el extranjero: cada vez más marginal
Otro dato relevante es el peso decreciente del voto chileno en el exterior.
Si bien el sufragio en el extranjero es un derecho consolidado, su impacto electoral ha ido perdiendo relevancia numérica frente a un fenómeno interno mucho más decisivo: el voto de personas extranjeras avecindadas en Chile, habilitadas para sufragar tras cinco años de residencia.
Hoy, el volumen de votantes extranjeros dentro del país supera con holgura al de chilenos que votan fuera de sus fronteras, especialmente en regiones metropolitanas y del norte.
Este cambio estructural altera el mapa electoral y explica parte del énfasis político que la migración ha adquirido en campaña.
Lo que se juega esta noche
La segunda vuelta no solo definirá un presidente o presidenta.
Definirá también:
Si aumenta o disminuye el voto nulo y blanco.
Si la abstención se castiga o se normaliza.
Si el electorado silencioso se activa o se repliega.
Estas cifras de la primera vuelta serán el piso analítico para entender el resultado final.
Y, sobre todo, para leer la legitimidad política del próximo gobierno, más allá del triunfo formal en las urnas.
