«Una Constitución más a la derecha que la actual puede ser el detonante de un nuevo estallido social aún mayor que el de 2019», advirtió el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, respecto de la nueva Carta Magna que se someterá a plebiscito el próximo 17 de diciembre.
«Si con el actual marco institucional se produjo un estallido, no sería un absurdo pensar que con una Constitución que restringe más aún los derechos de las personas se pudieran provocar en el futuro nuevas revueltas», detalló el parlamentario en entrevista con La Tercera.
Por ejemplo, agregó, «este texto está más a la derecha en materia de voucher, de subsidio a la demanda, de lo que el propio Jaime Guzmán y quienes estuvieron en su momento en esa redacción (la Constitución de 1980) vislumbraron».
Además, criticó que en la redacción «no hubo un aprendizaje, más bien hubo el interés de pasar por encima del resto. Por lo tanto, esta es la Constitución de la derecha y de la extrema derecha».
A su juicio, «Chile Vamos en esto se dejó llevar, se dejó tironear, porque está pensando en el corto plazo, en la elección municipal, en la elección parlamentaria y presidencial. En ellos claramente se ve un retroceso en materia de derechos sociales, en los que habíamos coincidido justamente en el contexto del estallido».
El parlamentario cree que si gana el ‘A favor’ «sería una nueva derrota de todos: del gobierno, del oficialismo y de todo nuestro sector. Pero también hay riesgo para la derecha, en el sentido que decidió hacer una apuesta vertiginosa en todo este proceso constitucional. Si les va bien, obtendrán una victoria electoral e ideológica que puede dejarlos al borde del triunfo en las presidenciales. Pero si les va mal, habrán tirado por la borda la pole position que lograron tras el plebiscito de 2022».
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«A TÍTULO PERSONAL»
Quintana aclaró que el PPD aún no toma una definición oficial de si está a favor o en contra de la propuesta, que lo hará en un congreso nacional, pero que «a título personal, se me hace insufrible imaginarme en la urna votando a favor».
En todo caso, añadió, «lo fundamental no es lo que vote yo o lo que vote el PPD, sino el convencimiento al que llegue la mayoría de los chilenos sobre si esta propuesta es un avance o es un retroceso. Y, hasta ahora, predomina un retroceso».
El senador puntualizó que no se trata de que ahora la centro izquierda se sienta cómoda con la Constitución del 80, sino que, «si bien tiene un problema en su origen, tiene un recorrido con el cual los gobiernos democráticos en general pueden gobernar. No digo que haya que dejarla como una cosa pétrea para el futuro».
Asimismo, descartó que pueda haber un tercer proceso constitucional si este fracasa.
«Primero vamos a hacer el ridículo, ya lo estamos haciendo. Por eso, un poco con la lógica del deporte, estamos en los 100 metros y la única medalla que hemos ganado como país es el sectarismo y la división. Si esto no se aprueba, serán otras generaciones las que lleven adelante estos cambios. Las condiciones en el corto plazo no están», sentenció.
