A los elementos pertenecientes a los tres carabineros asesinados en Cañete el 27 de abril pasado que fueron recuperados ayer por la policía, ahora se suma un escudo balístico.
El implemento fue encontrado en medio de las diligencias que realiza la policía en la comunidad Nicolás Calbullanca, en el límite de Tirúa con Cañete.
El allanamiento fue realizado por efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros, con apoyo de la Armada y equipos de excavación.
Los elementos encontrados en la previa son los tres chalecos antibalas, elementos de gases lacrimógenos, una funda táctica color verde, una base de radio portátil de comunicaciones adosada a chaleco y dos cajas de madera, color café, utilizadas para el almacenaje de municiones.
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A UN KILÓMETRO DE DONDE FUERON ATACADOS
«Los elementos fueron encontrados en un lugar que era de acceso público, pero en el territorio que ocupa una comunidad (mapuche)», dijo el fiscal Roberto Garrido, quien lidera el equipo del Ministerio Público.
El persecutor detalló que los accesorios estaban «aproximadamente a un kilómetro del lugar donde los Carabineros fueron atacados» y que «no estaban en un lugar que permitieran su ubicación a simple vista (…), sino que estaban más bien escondidos por la vegetación y en un sector que aparentaba ser una especie de canal, es decir, semicubiertos de agua».
Además, afirmó que el sector es «un lugar de difícil acceso y para poder detectar (los elementos) se requería tener un conocimiento preciso de dónde se encontraban».
Las hipótesis están abiertas. Garrido aseguró que «es posible que hayan alteraciones del sitio del suceso y que estos elementos se han depositado en ese lugar con posterioridad».
