Entrevistas

Entrevista con analista político, Guillermo Holzmann: «El camino a la paz entre Israel y Palestina depende del poder»

Lucero Chávez

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu le da la mano al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden en la 78va Asamblea General de Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. (Foto: Reuters)
Estapasando.cl conversó con el analista político, Guillermo Holzmann, sobre el camino a la paz entre Israel y Palestina.

El camino a la paz entre Israel y Palestina es complejo y puntiguado. Miles de ciudadanos en el mundo han salido a manifestarse tras los atentados perpetrados por Hamás el pasado sábado 07 de octubre. Israel viene intensificando el bombardeo contra Gaza, preparando una ofensiva por ‘cielo, mar y tierra’. Mientras que miles de palestinos han sido desplazados de un territorio ahora convertido en escombros. La crisis se agudiza, mientras la violencia solo sigue en aumento. Estapasando.cl conversó con el analista político, Guillermo Holzmann, sobre este nuevo enfrentamiento en Oriente Próximo, el rol de la sociedad civil y la posibilidad de la paz.

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Lo que ha cambiado son los acuerdos –  o intentos de acuerdos – que van desde la iniciativa de Abraham de Donald Trump hasta la posibilidad de hacer que los países del Medio Oriente, incluyendo Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Irán pudieran tener relaciones diplomáticas con Israel. Si esto resultaba, también habría significado el retorno de Estados Unidos como un actor clave para poder generar el dinamismo de la región. Las acciones de Hamás no sólo tienen un fin político asociado a la nación palestina, sino que van en contra de los Estados Unidos y de que sea un regulador de la economía y política de todo Medio Oriente.

Ciudadanos de países árabes como Jordania, Egipto y Yemén han mostrado su abierto respaldo a Palestina, mientras que Reino Unido, Estados Unidos y Francia han mostrado su solidaridad con Israel. ¿Occidente y Oriente están más divididos que nunca?

La primera foto es la división y polarización. Probablemente eso va a prender mucho en la sociedad, o habrá visiones más extremistas. Sin embargo, la visión más geoestratégica de esta situación es señalar que la globalización tiene que incluir a todos sin condicionamientos. Si este conflicto logra aumentar su intensidad, la globalización como la conocemos está al punto del fracaso. Y eso significa volver a la economía medieval. 

¿Cuáles son las demandas de estas protestas? 

Las demandas de estas protestas están asociadas a la urgencia de la crear un Estado palestino. Es decir, que el Estado palestino tenga un asiento en Naciones Unidas. Eso significaría que está en el sistema y que entra a jugar limpiamente. Eso permite aislar a Hamás, pero también significa que Israel tiene que retirarse de muchos de los asentamientos que ha colocado en Cisjordania. Acá se requiere un proceso de negociación o de imposición de condiciones. Lo que está haciendo Hamás es jugar al máximo. Si no hay un arreglo, esto va a fracasar y eso significa en la práctica una crisis económica mundial. 

¿Hay un punto en común en los pedidos?

Hay una sociedad empoderada que está transversalmente instalada. Independientemente de que el régimen sea democrático o autoritario. En el caso de lo democrático es mucho más visible. Las minorías logran convocar al resto de la sociedad que se siente involucrada con los derechos humanos. Eso genera un cuestionamiento al poder establecido. La última muestra que hemos tenido ha sido en Francia, donde Macron ha estado bailando entre democracia y autoritarismo para mantener el orden público y social. Esta situación se presenta en un esquema en el que se nos dijo que en la civilización no había más guerras, donde tenemos derechos establecidos. Se transforma en una agenda bastante compleja que debe ser solucionada desde el poder, porque desde la base de la sociedad, definitivamente llegamos a una situación de anarquía. Si no tenemos una hoja de ruta para resolver el conflicto es porque hay una desidia de las potencias. Si la autoridad palestina no se rebela, se está diciendo que los actos terroristas pueden representar causas justas. Ese dilema ético es el que tenemos que superar hoy día, pero para eso tiene que haber poder. 

Netanyahu ha sido implacable en la guerra y ha asegurado su determinación para destruir a Hamás, ¿eso realmente se puede lograr?

Claramente, no pasa por eliminar al otro para que nuestros problemas terminen. La evolución de las sociedades humanas lo ha dejado más que demostrado. Lo que hay que hacer es encontrar un punto medio. Si la ofensiva que está teniendo Israel sobre Gaza no llegara a resultar y con un gobierno de emergencia instalado, es posible que Netanyahu sea sacado del cargo. Sin embargo, tiene que haber una opción de salida y los involucrados tienen que ser partícipes de esa decisión. Las potencias tienen que ponerse de acuerdo. 

¿Hay un camino hacia la paz?

El camino a la paz depende del poder. Tienes un sistema de naciones unidas que está debilitado. Lo que está pasando en África, Medio Oriente y Ucrania así lo demuestra. La ONU está llena de declaraciones de todo tipo y naturaleza, pero no se cumplen. Acá se requiere un acuerdo de las potencias. Si se quiere salvar la globalización, se necesita eso. Estados Unidos está al nivel de establecer un liderazgo hegemónico y no va a dejar solo a Israel. Diría que el Reino Unido tampoco. Yo creo que la agenda va a pasar con los países de la Unión Europa Mucho va a depender de lo que pase este fin de semana con Gaza. 

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