Este jueves se dio a conocer lo que sería la causa del incidente del avión de Latam Boeing 787 Dreamliner que partió desde Nueva Zelanda y con destino a Chile, el que sufrió una caída repentina de al rededor 100 metros.
Según lo dieron a conocer fuentes del medio The Wall Street Journal, una asistente de vuelo habría presionado un interruptor en el asiento del piloto mientras servía comida a los pasajeros.
Lo anterior provocó que una función motorizada del avión fuera ejecutada por el piloto que fue empujado contra los controles, según dijeron estos funcionarios.
Lea También: Pasajeros de vuelo Latam Sydney-Santiago no descartan demandar
Los pasajeros del vuelo Latam entre Sydney-Auckland-Santiago que vivieron una emergencia en pleno vuelo, no descartan tomar acciones legales contra la aerolínea.
La empresa calificó la situación como un «evento técnico» que «ocasionó un fuerte movimiento”, sin entregar mayores detalles respecto a si se produjo por fallas humanas o por desperfectos de la aeronave, un Boeing 787 Dreamliner.
El resultado fue de trece personas heridas producto de los fuertes y repentinos movimientos que realizó el avión (diez clientes y tres integrantes de la tripulación),
Todos ellos debieron ser derivados hasta el «Hospital de Middlemore, para confirmar su estado de salud, no registrándose heridos graves».
De todos modos, se estima que alrededor de 60 pasajeros de total de 272 que viajaban en el avión resultaron con algún tipo de lesión.
BOEING EN LA MIRA
Este no es el primer problema que en el último tiempo tiene una aeronave de Boeing.
Dos accidentes en vuelos de la indonesia Lion Air y de la etíope Ethiopian Airlines en 2018 y 2019 tuvieron alos aviones 737 MAX inmovilizados durante casi dos años.
En enero, poco después del despegue se desprendió una puerta de un Boeing 737 MAX de Alaska Airlines, provocando varios heridos leves.
La semana pasada, un Boeing 777 que iba a Japón tuvo que aterrizar de emergencia por el desprendimiento de una rueda.
